Compartir aficiones con nuestra pareja es una de las bases de las relaciones afectivas: por norma general solemos salir con personas con nuestros mismos gustos o similares hobbies. Esto también lo podemos llevar al terreno del entrenamiento: compartir el gusto por el deporte en general con la pareja puede hacer que nuestras sesiones sean más productivas, ¿o no?.
Ir al gimnasio o salir a correr unos kilómetros con tu pareja puede ser la oportunidad perfecta para compartir momentos especiales... o puede convertirse en una actividad de alto riesgo. Hoy analizamos los pros y los contras de entrenar con tu pareja.
Lo que está genial de entrenar con tu pareja
El hecho de compartir aficiones puede crear lazos afectivos más fuertes: mismos gustos, mismos hobbies, intereses comunes...
Además, según este estudio de la Universidad de Oxford, las personas que entrenan acompañados (aunque no necesariamente por su pareja - upssss...- ) generan más edorfinas que aquellos que entrenan solos.
La motivación suele ser mayor: si hoy no te apetece entrenar (aunque sabes que debes hacerlo) puede ser tu pareja la que tire un poquito de ti hasta la puerta del gym.
Compartir logros, como por ejemplo terminar una carrera, también refuerza la relación.
Tener un compañero de entrenamiento en sala, que te pueda ayudar en las últimas repeticiones y te aporte seguridad es otra de las ventajas
Lo que se te puede volver en contra si entrenas con tu pareja
¿Tenéis el mismo nivel y los mismos objetivos? Si no es así, genial que vayáis juntos al gimnasio, pero cada uno debe respetar su entrenamiento. Intentar forzar a la otra persona a hacer un entrenamiento que no le corresponde, además de enfadarle, puede resultar peligroso.
Peligro por exceso de competitividad: "picarse" de buen rollo y con buen humor está fenomenal. Pero cuando somos demasiado competitivos esto puede dar lugar a discusiones (y/o lesiones). ¡Ojo cuando la competencia comienza a ser insana!
"El profesor" o "la profesora": si entrenando con tu pareja le quieres enseñar cómo se realiza un ejercicio correctamente, atento siempre a la forma en que lo haces. Sé positivo, corrige cuando sea necesario y no dejes a tu pareja en evidencia.
Para mí entrenar con nuestra pareja tiene más pros que contras, ¿y para vosotros? ¿compartís los entrenamientos?
Imagen | Thinkstock
En Vitónica | Pros y contras de entrenar con y sin compañero
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