Uno de los motivos por lo que la gran mayoría de nosotros acude al gimnasio es por conseguir resultados a medio y largo plazo. Estos resultados pueden ser e interpretarse de diferentes maneras, pero muchas veces no se aprecian y se debe a otros motivos que no tenemos en cuenta.
Para ello, en esta ocasión nos queremos detener en algunas de las causas que hacen que nuestro proceso se ralentice. Concretamente en este caso nos vamos a detener en las cinco más importantes que debemos tener en cuenta si lo que queremos es una evolución adecuada.
Para evolucionar en los entrenamientos no basta con subir de peso, si no que existen otras muchas variables que no tenemos en cuenta y que muy pocas veces cuidamos como lo hacemos el hecho de subir la carga y las repeticiones.
Es cierto que la carga es un indicador de la fuerza, es decir, que al aumentar la carga, quiere decir que nuestro cuerpo está ganando fuerza. Pero no siempre el aumento de carga va ligado al de fuerza. A veces es simplemente un espejismo por muchas razones.
Una de estas razones es la realización deficiente o errónea de los ejercicios y los recorridos de los mismos. Por ello es importante que de vez en cuando nos paremos a pensar en si estamos haciendo las cosas bien o no del todo.
Existen muchas variables en la evolución en los entrenamientos que no podemos pasar de largo y que es necesario que nos detengamos en ellas. Por ello en esta ocasión vamos a explicarlas y buscar algunas posibles soluciones.
La manera de entrenar es fundamental. Debe primar la correcta ejecución del ejercicio a la carga
En primer lugar, la manera de entrenar tiene mucho que ver. No siempre la carga es lo más importante, ya que no sirve de nada usar cargas elevadas cuando no estamos trabajando bien los músculos que nos interesan.
Cuando usamos cargas muy elevadas, automáticamente, si no podemos con ellas, vamos a adoptar posturas forzadas para poner a trabajar otros grupos musculares que actuarán para suplir la fuerza que le falta al grupo trabajado.
En este caso lo más acertado es decantarnos por bajar la carga y trabajar adecuadamente. Para conseguir un buen desarrollo muscular y evitar lesiones, es esencial que concentremos la tensión en los músculos que queremos trabajar y evitar realizar movimientos y posturas forzadas que pueden traer consecuencias negativas que no pasan por la evolución.
El descanso, más efectivo incluso que los entrenamientos
En segundo lugar nos vamos a detener en un aspecto fundamental para la evolución en los entrenamientos y la consecución de resultados, y que muy pocas personas tienen en cuenta, y es el descanso.
El descanso es lo más importante para recuperar la fuerza muscular después de una sesión de entrenamiento. Cuando descansamos, el cuerpo desempeña un proceso hormonal que ayuda al crecimiento muscular y su puesta a punto.
Por ello respetar las horas de reposo y sueño es algo fundamental. Un buen entrenamiento sin un buen descanso no sirve de nada para notar un desarrollo y una evolución.
Para ello nosotros recomendamos como solución, respetar el sueño diariamente y adquirir un hábito como el de los entrenamientos. Dormir un mínimo de 7 horas diarias nos ayudará a reponernos y estar a punto para el siguiente nivel.
La importancia de la alimentación para evolucionar en los entrenamientos
La alimentación es otro punto en el que muchos aún siguen sin reparar. Ya cada vez somos más los que lo tenemos en cuenta, pero es bueno recordarlo de vez en cuando, y es que la dieta tiene un papel súper importante en el desarrollo muscular y en la obtención de resultados.
Es mucho más importante que los entrenamientos en sí mismos. Sobre todo porque los alimentos son la fuente de nutrientes para el organismo. Sin estos nutrientes no podemos ejecutar las rutinas de entrenamiento ni el crecimiento muscular y ganancia de fuerza derivada.
Para ello es necesario seguir una dieta adecuada a las necesidades de un cuerpo que entrena de manera habitual. La demanda alimenticia muscular será mayor. Y es que debemos cuidar el aporte de proteínas. Por ejemplo, en un cuerpo que entrena y en el que buscamos un crecimiento, lo ideal es consumir unos 2gr de proteína por cada kilo de peso, de manera diaria.
Pero además, el aporte de glucógeno debe ser el adecuado para tener unas buenas reservas y así poder afrontar las rutinas de entrenamiento. Consumir hidratos de carbono será una buena alternativa, al igual que grasas de buena calidad, para conseguir una mejor respuesta celular.
Usar complementos alimenticios para conseguir las cantidades diarias de cada macro, es una buena opción, si no somos capaces de llegar a los niveles con la dieta y queremos conseguir ganancias.
Cambiar las rutinas de entrenamiento para evitar el estancamiento
En cuarto lugar nos vamos a centrar en los cambios que debemos realizar en las rutinas de entrenamiento. Los músculos terminan acostumbrándose a la rutina y llega un momento en el que dejan de esforzarse.
Por ello es necesario sorprenderles con el cambio. Cambiar rutinas nos ayudará a cambiar ejercicios y con ello el ángulo de trabajo, la metodología... Por ello es bueno que seamos creativos y que tengamos opciones para seguir evolucionando con las rutinas de entrenamiento.
Para conseguir esto, lo que os recomendamos es tener un diario de entrenamientos donde apuntemos las rutinas, repeticiones, ejercicios, máquinas, carga usada, agarre... Esto nos permitirá cambiar cada 3 o 4 semanas de ejercicios y seguir innovando para sorprender a los músculos y trabajar todas las fibras que los componen en profundidad.
Trabajar siempre el tren inferior y no usarlo como comodín
Un punto que debe primar en cualquier rutina de entrenamiento y que, aunque no lo creamos, nos ayudará a evolucionar muscularmente, es el trabajo del tren inferior de manera habitual.
Por norma general, el trabajo de piernas es algo secundario en las rutinas de entrenamiento. Nada más lejos de la realidad, ya que el trabajo del tren inferior tiene una serie de puntos positivos relacionados directamente con el desarrollo del resto del cuerpo.
Los músculos de las piernas son los más grandes del cuerpo. El desempeño físico cuando trabajamos es mayor que con el resto, y el cuerpo libera más sustancias para ello. El esfuerzo que supone hace que generemos más testosterona de manera natural.
Esto nos ayudará a conseguir una mayor fuerza y un mayor crecimiento muscular a nivel general. Por ello es necesario que no las dejemos como segunda opción o grupo muscular secundario, ya que no lo son. De hecho, las piernas son un grupo primario a tener siempre en cuenta.
Existen otras muchas razones por las que es necesario cuidar más cosas que la carga a la hora de lograr una evolución real en los entrenamientos. El cuerpo es una máquina que se nutre de muchas fuentes, y por eso hemos querido detenernos en algunas de ellas.
Es cierto que existen otros muchos puntos a tener en cuenta, pero si somos constantes y sabemos cómo respetar y cuidar cada una de estas áreas, lograremos unos resultados buenos y evitaremos el temido estancamiento.
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