Hace unos días os hablaba en un artículo sobre la importancia de mantener una correcta respiración a la hora de realizar los ejercicios básicos en rangos de fuerza, no solo para "ser más fuertes" sino también para no lesionaros y mantener vuestra salud.
En el artículo os indicaba que para realizar el movimiento con el menor riesgo posible, lo idóneo era comenzar a respirar en el inicio del movimiento y no soltar el aire hasta completar una repetición completa, volviendo a respirar al iniciar una nueva repetición. Pero esta respiración debía ser una respiración abdominal y no torácica, así que vamos a explicar las diferencias entre cada una de ellas.
La idea de respirar ejerciendo una presión intraabdominal, es precisamente para crear un bloque compacto, de manera que, nuestra columna vertebral quede totalmente protegida por la activación de nuestro core, de esta forma evitaremos problemas en la espalda y ejerceremos más fuerza en los movimientos, usando nuestro core.
A diferencia de lo que muchos creen, nuestros abdominales no están únicamente para mostrarlos al público y que la gente los vea, sino que son una parte de nuestra musculatura muy importante que nos ayudará a evitar lesiones además de a progresar, no solo en el entrenamiento de fuerza, sino también en otras disciplinas deportivas.
En la imagen de la portada, podemos observar cómo el modelo realiza una respiración torácica, mediante la cual no se asegura la correcta realización del movimiento y en la que puede producirse una lesión por la no activación del core, a diferencia de la foto anterior a este párrafo, en la que podemos ver a Dan Green (famoso powerlifter) que realiza una respiración abdominal correcta.
Uno de los mejores complementos que existen para añadir a nuestras rutinas deportivas son los movimientos realizados en pilates y también el yoga. Ambas disciplinas nos ayudarán a evitar lesiones y a controlar mejor nuestra respiración en las distintas disciplinas deportivas que practiquemos.
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