Uno de los deportes al aire libre más populares es el patinaje: durante los últimos años hemos visto crecer el número de practicantes de esta disciplina, que lo utilizan como método para ponerse en forma e incluso como medio de transporte.
Los beneficios del patinaje son muchos, pero el más evidente es que fortalece y tonifica todo nuestro tren inferior. Los cuádriceps y los glúteos llevan todo el protagonismo en el movimiento de impulso sobre los patines, acompañados siempre por la coordinación con el tren superior y los músculos del core.
El movimiento básico del patinaje, realizando empujes oblicuos con ambas piernas, hace que los abductores y aductores trabajen de forma constante. Los femorales e isquiotibiales colaboran al impulsar el cuerpo, y la amplitud del movimiento dependerá en gran medida del estado de nuestro psoas-ilíaco: si está acortado es conveniente elongarlo realizando estiramientos antes y después del ejercicio.
Los abdominales juegan un papel importante en la práctica del patinaje, ya que su función estabilizadora es la que nos ayudará a mantenernos en equilibrio. Para conseguir avanzar sin caernos es básico realizar un cambio de peso del cuerpo de un lado al otro, en un movimiento cíclico y fluido. Los abdominales, sobre todo los oblicuos y el transverso, nos ayudan a realizar este movimiento.
La postura que llevamos al patinar, con el tronco inclinado hacia adelante, puede hacer que suframos sobrecarga en la zona lumbar por tener activados de forma prolongada los erectores espinales, por lo que no debemos olvidar los estiramientos al finalizar nuestra sesión.
La gran ventaja del patinaje frente a otros deportes al aire libre como la carrera es que el impacto contra el suelo es mucho menor, de manera que las articulaciones y la columna vertebral sufren bastante menos. Para deportistas con alguna lesión de rodilla, como es mi caso, el patinaje puede ser una alternativa perfecta si queremos disfrutar del aire fresco durante nuestro entrenamiento.
Es muy importante que nunca olvidemos las normas básicas de seguridad cuando salgamos a patinar: siempre que podamos deberíamos patinar por zonas habilitadas para deportistas. Aprender a frenar con soltura y saber cómo levantarnos de forma segura, y utilizar protecciones en codos, rodillas, muñecas y cabeza nos facilitarán disfrutar de este deporte sin tener que lamentarnos por posibles lesiones.
¿Quién más se apunta a dar una vuelta en patines?
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