Tras unos días de observar la llegada de gente nueva al gimnasio donde entreno pude notar la sensación de vergüenza que experimentan algunas personas o de incomodidad en las caras de otros principiantes, por eso, hoy les propongo recordar la primera vez en el gimnasio.
Personalmente recuerdo que hace mucho tiempo atrás, la primera vez que asistí a un gimnasio, sin nada de experiencia entre máquinas, pesas y ejercicios, mis sentimientos eran de incomodidad e incertidumbre al mismo tiempo, con más ganas de irme que de quedarme recuerdo sentirme perdida en medio de tanta gente y equipamiento desconocido, algo que creo a muchos les sucede y que si tenemos constancia y deseos de quedarnos, pronto se supera.
¿Vosotros que sintieron la primera vez que fueron al gimnasio? Es probable que si la sensación no fue buena en un comienzo y no tuvimos los deseos de aprender para quedarnos, rápidamente acabamos con nuestras visitas al centro de fitness.
Dado que la primera impresión puede ser decisiva cuando asistimos al gimnasio, creo que todos deberíamos detenernos a pensar que sentimos la primera vez que asistimos al gimnasio, ya que desde nuestro lugar de compañeros o entrenadores podemos colaborar en disminuir sentimientos negativos y en insertar personas nuevas al mundo del fitness que tanto puede beneficiarnos.
Cuéntanos tu experiencia de la primera vez que fuiste al gimnasio y así, podrás ponerte en el lugar de los principiantes que cada día se inician en este lugar con el objetivo de entrenar y verse mejor.
Con paciencia y persistencia todos podemos revertir esos sentimientos negativos para lograr sentirnos a gusto en el gimnasio, beneficiando la salud y la forma física al mismo tiempo que nos divertimos mientras entrenamos.
Imagen | Wikimedia
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