Éste, sin duda, es el mejor video de motivación que he visto hasta ahora. La historia de Michael Maldonado es sublime, sobre todo porque su fuerza para superar sus problemas radicaba en el deporte, en concreto, el entrenamiento con pesas.
A pesar de su corta edad, Michael ha sufrido diabetes insulino-dependiente, cáncer, neumonía, enfermedad coronaria y hasta un coma. Pero nada de eso le ha impedido seguir adelante, entre otras cosas gracias a su fuerte mentalidad y al deporte.
Un comienzo difícil
Michael ha sido diabético tipo 1 desde los 4 años, es decir, necesita insulina a diario para vivir. Esto ya supone una dificultad extra para el día a día, aunque afortunadamente la medicina ha conseguido normalizar este aspecto en gran medida.
Lamentablemente, cuando tenía 13 años su glucemia sanguínea se disparó tanto que entro en coma. Micahel estuvo en coma durante 3 meses. Aparte del grave problema que implica, perdió muchísimo peso. Por ello cuando despertó del coma los médicos le recomendaron que debería ganar peso o de no ser así, podría morir.
El problema era que al ser diabético tipo 1 difícilmente podía aumentar su tamaño de forma considerable, supondría un arduo trabajo. Los médicos le informaron de que probablemente siempre sería muy delgado y con poca masa muscular, lo que en el argot de fitness conocemos como "ectomorfo". Pero los médicos nunca hubieran imagino que Michael conseguiría esa masa muscular gracias al entrenamiento con pesas.
Michael y las pesas
Se apuntó al gimnasio a los 16 años y estuvo entrenando un año entero. Gracias a esto Michael mejoró sus niveles de insulina y estabilizo su nivel de glucosa en sangre. Michael tenía un peso alarmante de 36 kg cuando empezó a entrenar, pero dos años entrenando duro le permitieron pesar 64 kg mejorando su condición de diabético. Cuanto más mejoraba más quería seguir entrenando para superar todos los obstáculos que tenía.
Lamentablemente a los 19 años los médicos le diagnosticaron neumonía. En apenas dos semanas pasó de 73 kg a 36 kg. Pero lo peor estaba por llegar. Finalmente se descubrió que realmente padecía Linfoma de Hodgkin en un estado avanzado. Se trata de un cáncer del tejido linfático que se encuentra en los ganglios linfáticos, el bazo, el hígado y la médula ósea.
Luchando por sobrevivir
Su esperanza de vida era de apenas 2 o 3 años, lo cual a esa edad, es devastador. Se encontraba en un estadio tan avanzado que el cáncer había atacado a su sistema inmune, nódulos linfáticos y se había formado un tumor bajo el corazón. Los médicos le dijeron que la quimioterapia le daría 2 años más de vida como mucho y que el propio deporte no le ayudaría a recuperarse.
Durante los 14 meses siguientes se sometió a un tratamiento de quimioterapia a la semana, a pesar de lo cual, su tumor continuó creciendo. Probó con la radiación a diario, y tampoco funcionó. Así que los médicos le dieron la opción de probar suerte con un transplante de médula ósea el cual no se llevo a cabo por problemas con el donante.
Se acababan las opciones e intentaron someter a Michael a un transplante de células madre. Los médicos le comunicaron que la recuperación le llevaría, teniendo mucha suerte, de 9 meses a 2 años. Pero su cuerpo empezó a reproducir células sanas a los 8 días.
Le dieron el alta del hospital antes de su 20 cumpleaños, los médicos querían que al menos pasara un último cumpleaños con su familia y después volver al hospital a recuperarse. Cuando llego a casa Michael empezó a hacer abdominales y se forzaba a realizar al menos una flexión cada día. Continuo entrenando y se volvió a apuntar al gimnasio para un día volver a ser quien llego a ser.
Michael aún sigue luchando
Después de que Michael derrotara al cáncer la mala suerte se apoderó de él, otra vez. Le diagnosticaron una enfermedad coronaria que había desarrollado a causa de la radiación y la quimioterapia. Los médicos le advirtieron de que podría sufrir un ataque al corazón si se sometía a stress en adelante.
Desde entonces, Michael sigue entrenando prácticamente a diario. Para Michael el deporte le cambió la vida y afirma que le permitió seguir delante y luchar por su vida. El mensaje que Michael tiene para aquellas personas con cualquier dificultar es que tengan una mentalidad saludable, que la mente es capaz de sobrepasar cualquier obstáculo y que el cuerpo puede hacer cualquier cosa que la mente se proponga.
Para él, entrenar es un estilo de vida y seguirá haciéndolo para siempre. Michael es un gran ejemplo de fuerza y garra. Es todo un campeón y una gran inspiración.
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