A la hora de practicar ejercicio físico, en cualquier actividad pero sobre todo en el caso del fitness, existen momentos clave en los que es una buena idea contar con la ayuda de un profesional. Más allá de un desembolso de dinero, podemos verlo como una inversión a largo plazo: una inversión en salud, en seguridad y en bienestar. ¿Cuáles son esos momentos clave en los que es interesante contar con un entrenador personal?
- Cuando comenzamos en el fitness: si es la primera vez que te aproximas al entrenamiento y a las pesas tienes dos opciones, que además no son excluyentes, sino complementarias. Por un lado, puedes investigar por tu cuenta: leer, leer y leer, y cuestionarte todo lo que leas para poder diseñar tu propia rutina de entrenamiento a largo plazo. Por otro lado, un entrenador personal puede ayudarte a aprender la técnica correcta de los ejercicios y movimientos, a ejecutarlos con una postura correcta y a activar los músculos que corresponden en cada momento.
Cuando comenzamos a entrenar un entrenador personal es una buenísima inversión, ya que va a sentar las bases de nuestra técnica, previniendo de este modo las posibles lesiones y maximizando los beneficios del entrenamiento.
En un momento de estancamiento: ¿llevas meses entrenando y llevando una buena alimentación y no avanzas? Quizás es el momento de contar con un profesional que te ayude a salir del estancamiento. Es posible que un cambio en tu rutina, la inclusión de nuevos movimientos o la mejora de la técnica te saquen de ese período de inmovilidad. O puede que lo que necesites sea una motivación diferente para salir adelante. Una nueva perspectiva, la de una persona que te mira desde fuera, te puede ayudar.
Después de una lesión: si hemos sufrido una lesión, lo primero que tenemos que pasar es un período de rehabilitación que generalmente se realiza con un fisioterapeuta. Tras esto no debemos pasar por alto el período de readaptación al ejercicio físico: no podemos volver a trabajar de repente con las mismas cargas o la misma intensidad, sino que necesitaremos un período de readaptación en el que recuperaremos paulatinamente la fuerza muscular y el rango de movimiento.
De igual manera, si sufrimos una patología y más aún si esta es crónica, será imprescindible el trabajo controlado por un profesional apra evita movimientos que puedan agravar esa lesión y que nos ayuden a mejorar nuestra calidad de vida.
Contar con un entrenador personal en ciertos momentos es algo necesario: valorar nuestra salud y nuestro tiempo nos ayudará a mejorar y a maximizar los resultados.
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