Cuando se trata de hipertrofia todos hemos visto vídeos en los que culturistas profesionales realizan ejercicios con rangos de repeticiones incompletos. Este tipo de cosas llaman mucho la atención puesto que la recomendación habitual suele ser la de realizar los rangos de recorrido de los ejercicios completos, tanto en fase excéntrica como concéntrica.
Lo primero que debes saber es que los culturistas profesionales lo son por algo y pueden permitirse la aplicación de técnicas de intensificación que en otro contexto carecerían de relevancia, por ejemplo, en personas principiantes que todavía no tienen unos cimientos asentados en lo que a entrenamiento de fuerza se refiere.
Este artículo no está destinado a decir por qué no debes hacer recorridos incompletos o repeticiones parciales que es como se llama esta técnica, sino más bien a explicarte por que sí debes hacerlos completos, al menos como base y como hábito por defecto.
Para hablar sobre ello debemos entender qué es la tensión mecánica y cómo puede ser explicada y manifestada a través de la relación longitud-tensión, uno de los fundamentos que sostienen este concepto.
¿Qué es la relación longitud-tensión?
La relación longitud-tensión es la relación existente entre la longitud de una fibra muscular y la tensión (mecánica) que sufre o experimenta. Si una fibra se alarga bajo una carga o a la fuerza, experimentará una gran tensión, soportada sobre todo por estructuras pasivas como son las capas de colágeno que recubren la fibra muscular.
Por el contrario si una fibra se acorta y se contrae en contra de una carga o resistencia, la tensión también tendrá lugar debido a un gran solapamiento de puentes de actina y miosina, las proteínas que provocan la contracción muscular.
Así pues, esto sería la razón fisiológica por la que podemos explicar como ejecutar rangos completos de movimiento producirá mayores ganancias de volumen muscular. Por un lado tenemos el estímulo mecánico que sufrimos durante la fase excéntrica, momento en el cual el músculo se estira bajo una carga y son los elementos pasivos los que acusan dicha tensión en mayor medida. Por otro lado tenemos el estímulo durante la fase concéntrica, cuando el músculo se contrae para salvar esa resistencia. Es aquí donde los elementos activos acusan la tensión mecánica.
Sea como fuere, cada fase forma parte del estímulo mecánico que necesitamos para crecer y que inicia la cascada de eventos de naturaleza química que darán lugar a la hipertrofia.
Imprimir intensidad en cada una de tus series quedándote cerca del fallo muscular y realizar recorridos completos en los ejercicios deben ser las dos llaves que debes utilizar para abrir las puertas a la hipertrofia.
La tensión mecánica que sufrimos durante el entrenamiento perturba la integridad celular de nuestros músculos, causando una respuesta de naturaleza mecano-química a nivel molecular en miofibras y células satélite.
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