Yo soy de las que, en el caso de que salga a correr sola, ya sea en una carrera o en un entrenamiento, no puede salir sin música. Me puedo dejar en casa el móvil e incluso el pulsómetro, pero salir sola sin los auriculares es algo que no concibo. Y como yo, muchas de las personas de mi entorno.
Pero también hay muchas personas que prefieren correr sin música. ¿Sus razones? Desde escuchar a su cuerpo (las pisadas, el ritmo de la respiración) hasta no perderse el ambiente de una carrera por ir oyendo sus canciones favoritas. Si estas razones coinciden con las vuestras tenéis un firme aliado para seguir corriendo con música y no perderos nada de nada en los auriculares de conducción ósea.
Durante las últimas semanas he estado entrenando con los Aftershokz Trekz Titanium: unos auriculares de conducción ósea especialmente diseñados para deportistas. Incluso corrí la maratón con ellos el pasado domingo. Esta es mi experiencia al pasar de unos auriculares intrauditivos a unos de conducción ósea.
¿Cómo funcionan los auriculares de conducción ósea?
Aunque ya hicimos en su momento un artículo dedicado a explicar cómo funcionan estos auriculares, repasamos los datos más importantes. Estos auriculares que conectan vía bluetooth con nuestro teléfono dejan totalmente libre la zona del oído: en lugar de meter el auricular dentro de nuestro oído lo que hacemos es apoyar su zona plana en la apófisis zigomática del hueso temporal (por delante de la oreja, a la altura del pómulo) y desde ahí el sonido se transmite mediante vibración hasta el oído interno.
Los que están alrededor no escuchan nada y, en cambio, la persona que los lleva no pierde el sonido ambiente. Con la música a un volumen normal es posible mantener una conversación con otra persona llevando los auiculares puestos sin ningún problema.
Mi experiencia corriendo con los auriculares de conducción ósea
Personalmente, para mí la experiencia está siendo muy positiva: el hecho de poder escuchar el sonido ambiente cuando salgo a entrenar al aire libre me permite ir mucho más segura mientras corro, puesto que puedo escuchar si se aproxima una bicicleta, otro corredor que me adelanta o un coche, por ejemplo. En una carrera como la maratón, donde los ánimos de la gente y el ambiente es tan importante, me permitieron no perderme nada de nada mientras disfrutaba de mi música favorita durante los kilómetros que corrí en solitario.
¿La parte menos positiva para mí? Cuando he llevado estos auriculares al entrenar series de carrera, podía escuchar perfectamente mi respiración. Para algunos esto es algo muy positivo pero para mí definitivamente no: cuando corro deprisa jadeo mucho, y el hecho de escucharme con la respiración tan desacompasada me pone muy nerviosa, me agobia y es contraproducente. Ese es uno de los motivos por los que siempre entreno con música, especialmente en este tipo de entrenamientos.
Estos auriculares de conducción ósea en concreto me han resultado muy cómodos, tanto llevándolos solos como junto con una headband o con una gorra: no se mueven ni un ápice, incluso corriendo, y son bastante ligeros (36 gramos, que además se reparten en la parte delantera, por lo que no se caen hacia atrás). No aprietan al llevarlos puestos y son resistentes al sudor, por lo que son ideales para entrenar carrera.
Además, cargan muy rápido: con una hora y media de carga a través de su puerto micro-USB es suficiente para tener seis horas de uso continuado o diez días en stand-by. Que yo recuerde, los he debido de cargar dos veces solo desde que los tengo. Al emparejarse con el móvil con la conexión bluetooth, también nos sirven para mantener conversaciones telefónicas gracias a su micrófono integrado, o para comunicarnos con el asistente de voz del teléfono.
Los controles están al alcance de la mano, en la patilla derecha y su uso es muy sencillo. La única pega que les pondría es que no se puede retroceder a la canción anterior con los controles: solo se puede pasar a la canción siguiente.
Los Aftershokz Trekz Titanium están disponibles en la web oficial de la marca a un precio de 129,95 dólares (119 euros al cambio).
Imágenes | Aftershokz