El uso del hielo después de entrenar ya hemos comentado que ayuda a disminuir la inflamación y molestias provocadas por el entrenamiento. También ayuda a aliviar el dolor si se ha producido un golpe, y a que la zona se calme y no quede tan alterada después de haber estado haciendo ejercicio de cierta intensidad. Sin embargo, ésta técnica de aplicar frío también se puede realizar para zonas más pequeñas, aplicando masaje local con hielo para aliviar después de entrenar.
Hay deportistas que se colocan enormes bolsas de hielo después de haber competido, en cuanto se sientan en el banquillo o termina el entrenamiento o competición. También los hay que incluso se bañan en hielo. El objetivo siempre es el mismo: reducir el estrés que ha provocado el ejercicio en el cuerpo. Sin embargo, para zonas pequeñas (dedos de la mano o los pies, puntos muy localizados de dolor en el codo, rodilla...) se puede aplicar hielo de forma local con un masaje.
Para ello se puede utilizar un cubito de hielo, o mejor, congelar un vasito pequeño de plástico lleno de agua, para poder sujetarlo desde el vaso y aplicar el extremo congelado sobre la piel. Así podemos utilizarlo como aplicación local, realizando un masaje circular durante 2-5 minutos, dependiendo de la región y el efecto deseado.
Esto puede ser útil, por ejemplo, en caso de un golpe en un dedo, donde aplicar una bolsa de hielo o gel frío puede que no abarque bien la zona con molestia. No obstante, este tipo de técnica se suele utilizar a nivel terapéutico, para tratar lesiones localizadas de tendones o ligamentos que requieren una aproximación minuciosa con la terapia con frío local.
El masaje circular actúa calmando el dolor y la inflamación. Es necesario mover el cubito, ya que sabéis que el frío produce quemaduras, por lo que dejar mucho tiempo el hielo en contacto con una zona de la piel sin moverlo puede darnos un disgusto.
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