Las lesiones están a la orden del día en el gimnasio. Todos corremos el riesgo de padecer algún tipo de lesión a lo largo de nuestros entrenamientos derivadas de la sobrecarga o la mala ejecución de los ejercicios.
De entre todas las partes del cuerpo que más se lesionan, existe una zona delicada y susceptible por excelencia, se trata del manguito rotador del hombro, que sufre mucha presión a lo largo de los entrenamientos. Esta articulación en muchas ocasiones la castigamos en exceso debido a que no tenemos en cuenta sus límites y realizamos los ejercicios sin pensar en el daño que le podemos causar.
El manguito rotador del hombro está formado por cuatro músculos que son los encargados de sujetar esta articulación para evitar que se desencaje de su sitio. Además está formado por una serie de tendones que son los que muchas veces acaban dándonos problemas a la larga. Esta articulación es la que nos permite tener tanta movilidad en el hombro y desarrollar movimientos de rotación del mismo, y de elevación y descenso laterales.
Debido a esta movilidad esta articulación sufre muchas presiones a causa del ejercicio mal realizado. Es importante saber prevenir las lesiones que se producen en el manguito rotador a causa de un movimiento reiterado de esta articulación a la hora de hacer ejercicio. Sí que es cierto que con los años los tendones que lo forman se debilitan y tienen más riesgo de lesión, lo mismo que si nos damos un golpe fuerte o sufrimos cualquier tipo de contusión en esta zona.
Para proteger esta articulación es importante que tengamos siempre en cuenta que los movimientos con peso no son iguales que los que realizamos habitualmente sin asir peso. Cuando levantamos peso desencadenamos un proceso por el cual los músculos y tendones se tensan para poder vencer la resistencia que supone el peso. En este momento si realizamos movimientos exagerados, aunque el manguito rotador nos lo permita, podemos dañar los tendones o las fibras musculares y acabar lesionándonos.
Es importante que siempre realicemos movimientos sencillos en los ejercicios donde entre en juego el manguito rotador. A pesar de que esta articulación nos permite mayor movilidad, es fundamental que ejerzamos la menor presión sobre ella. Para ello, si por ejemplo realizamos elevaciones laterales de hombro, levantaremos simplemente de forma lateral con el brazo estirado hasta llegar con la mano a la altura del hombro, nunca hay que sobrepasar esto pues ya entran en juego otros músculos y fibras que mal trabajadas pueden derivar en lesión.
Lo mismo sucede con las elevaciones de hombro que se realizan de forma frontal, ya que hay gente que lleva el brazo por encima del hombro. Lo que intentamos dejar claro con estos ejemplos es que el manguito rotador tiene limitaciones a pesar de ser una articulación mus versátil y excesivamente móvil. Es necesario que realicemos muy bien los ejercicios sabiendo que es fácil lesionar esta zona.
La vida cotidiana también puede resentir el manguito rotador, ya que la acumulación de tensión en esta zona puede derivar en lesión. Para evitar esto es importante que estiremos siempre después de realizar un ejercicio en el que se haya visto involucrado el manguito rotador. Los estiramientos nos ayudarán a aliviar la tensión tanto de las fibras musculares como de los tendones.
Es importante que no nos olvidemos de esto, pues una lesión en esta parte del cuerpo puede derivar en molestias crónicas que limiten mucho nuestra movilidad en esta zona. Para ello simplemente es necesario que tengamos en cuenta lo importante que es una realización correcta de los ejercicios.
Imagen | SXC
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