La muñeca es una articulación curiosa. Combina movilidad y fuerza de forma muy equilibrada y es indispensable para una vida normal. Sin embargo, tendemos a olvidarla durante la práctica deportiva.
Está formada por dos huesos largos y varios huesos cortos unidos mediante tendones y ligamentos. Los problemas surjen cuando por un sobreesfuerzo estas estructuras "se dan de sí". Pero hay algunas indicaciones que nos pueden evitar estos problemas
- Debemos ser muy cuidadosos con los gestos que utilicemos al hacer deporte, sobre todo en la utilización de barras y mancuernas durante la musculación (en las que solemos utilizar pesos sub-máximos).
- Siempre que hagamos deportes con probabilidad de caída (patinaje, skate o esquí), debemos protegerlas con material especializado. Por el contrario, si utilizamos muñequeras para entrenar, debemo ir quitándolas progresivamente porque generan dependencia (tanto psíquica como anatómica).
- El calentamiento de muñecas antes de las actividades deportivas es muy conveniente. Se trata de preparar a la articulación para los gestos amplios y rápidos mediante movimientos de rotación del puño respecto al antebrazo, tensando los músculos con intensidad.
- Por último, si tenemos tendencia a que se nos "abran" las muñecas, lo que suele ser frecuente tras el primer esguince, conviene que hagamos ejercicios de cerrar el puño (con plastilina por ejemplo) para aumentar la tensión muscular y lograr mayor grado de cohesión articular.