En anteriores post hemos visto las causas que producen un agarrotamiento de determinadas partes del cuerpo como los gemelos. Esta situación nos produce muchas molestias incluso dolor en la mayoría de los casos.
Ya vimos que la causa de este trastorno muscular es la acumulación de tensión en la zona y la falta de relajación muscular. Pero muchas veces nos ha pasado esto y no sabemos como reaccionar. Desde luego que una buena prevención es fundamental para evitar que nos suceda, aunque si ya nos ha pasado tenemos que ser capaces de aliviar el malestar mediante unos sencillos consejos.
A muchos de nosotros nos ha pasado en más de una ocasión que nos ha dado un fuerte dolor en los gemelos que nos ha impedido realizar movimiento alguno. Cuando esto nos sucede debemos ser conscientes de lo que nos ha pasado y atajarlo cuanto antes. Desde luego que a cualquiera le puede pasar, pero normalmente suele afectar a personas que realizan actividades deportivas intensas sin haber preparado el músculo previamente.
Ya hemos visto que el calentamiento es fundamental para conseguir que nuestros músculos respondan al entrenamiento de la forma correcta. Una preparación previa al ejercicio es fundamental. Los estiramientos formarán parte activa del entrenamiento siendo algo imprescindible que no debemos saltarnos para aliviar tensiones y evitar posibles agarrotamientos de la zona trabajada.
Pero si, a pesar de haber preparado el terreno, notamos que nuestros músculos se agarrotan es importante que acabemos con el malestar. La manera de hacerlo es intentar estimular esa parte afectada mediante ligeros masajes. El agarrotamiento consiste en una contracción de las fibras musculares derivada de una sobrecarga. Lo que tenemos que hacer es eliminar esa sobrecarga mediante masajes y estiramientos de las fibras.
Estirar lentamente la parte afectada es la solución más inmediata a los agarrotamientos musculares. Por este motivo, y venciendo el dolor tenemos que intentar estirar ese músculo y mantenerlo durante unos minutos así para bajar la tensión acumulada. Desde luego que esta es una solución rápida, pero si el malestar persiste lo ideal es realizar diferentes sesiones de masajes que acaben devolviendo al músculo su elasticidad habitual.
Una vez estirada la parte afectada es aconsejable colocar frío para mejorar el estado de los músculos y mitigar el dolor de esta parte. Aunque hay que tener cuidado con irritar la zona afectada por el exceso de frío. Esto puede ayudarnos a la hora de mitigar las molestias, pero desde luego la mejor forma de acabar con el agarrotamiento es trabajar el músculo para estirar al máximo las fibras y expulsar toda la tensión contenida.
A pesar de todo tenemos que ser conscientes de nuestras limitaciones, y que sobrecargar algunas partes del cuerpo no sirve de nada, pues lo único que podemos conseguir es trastornos derivados de este exceso de ejercicio como el agarrotamiento muscular.
Imagen | SXC
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