Hace unos días que starry, uno de los miembros de la familia de Vitónica, nos preguntaba cuál debe ser la postura correcta mientras entrenamos en la elíptica. ¡Dicho y hecho! Hoy os contamos cómo debe mantenerse nuestro cuerpo en esta máquina de entrenamiento cardiovascular.
La elíptica es la máquina preferida de muchos de los asiduos al gimnasio: podríamos decir que es el paso intermedio entre caminar y correr, y es muy útil si somos novatos en la carrera o si hemos sufrido algún tipo de lesión. El movimiento que generamos cuando entrenamos con la elíptica es similar al de la carrera, pero nos ahorramos el impacto contra el suelo, que en determinados casos puede ser lesivo para nuestras articulaciones. No queremos decir con esto que la carrera pueda sustituirse por la elíptica: son dos entrenamientos diferentes, complementarios pero no sustitutivos.
¿Cómo debe ser nuestra postura en la elíptica?
La elíptica nos permite poner todo nuestro cuerpo en movimiento: tanto el tren inferior, entrenando nuestras piernas, como el tren superior, moviendo nuestros brazos. Al subirnos en la elíptica tenemos que colocar los pies en el centro de los pedales: si los colocamos muy atrás nuestro tronco deberá inclinarse demasiado, perdiendo el trabajo de estabilización de la postura a través de la musculatura profunda abdominal, y si nos colocamos muy pegados al borde delantero de los pedales corremos el riesgo de echar nuestro peso sobre los dedos, haciendo así que se nos duerman los pies.
Lo ideal, por lo tanto, es colocarnos en el centro y mantenernos erguidos a través de la elongación axial (activación de musculatura profunda abdominal, musculatura lumbar y erectores espinales). La espalda debe mantenerse recta (respetando la curvatura natural de la columna): ni echada hacia delante, ni dejando caer el peso hacia atrás y sujetándonos con los brazos (los brazos no son los que nos mantienen erguidos, sino el core).
Las elípticas siempre nos dan la posibilidad de agarrarnos con las manos a las barras móviles o bien a unas barras fijas que se encuentran en el centro, delante de nosotros y debajo de la pantalla o de la consola. Mi experiencia como persona bajita (no llego al 1,60, para que os hagáis a la idea) es que si intento agarrarme a las barras móviles, cuando estas van hacia delante, me obligan a perder la estabilidad y a realizar un pequeño giro en la columna, poco natural e incluso molesto. Mis brazos no son lo suficientemente largos como para agarrarme de forma cómoda a las barras móviles, por lo que siempre me agarro en las fijas.
Si estás cómodo agarrado a las barras móviles y no pierdes la postura correcta, entonces perfecto: aunque el sensor de la frecuencia cardíaca esté en el extremo superior de las barras, deberías agarrarte a la altura del codo, flexionando tus brazos, para mantener una postura correcta. Puedes cambiar de vez en cuando para comprobar tus pulsaciones, pero la mayoría del tiempo es mejor llevar los brazos en una posición más natural.
Tanto la cintura pévica (la zona de la pelvis) como la cintura escapular (la zona de hombros y clavícula) deben mantenerse alineadas y paralelas entre sí, con un ligero balanceo que debe surgir de forma natural, al igual que cuando corremos o caminamos. Mantén una postura relajada con los hombros atrás y abajo, la cabeza al frente y el pecho erguido.
Sobre el calzado adecuado para entrenar en la elíptica, cualquiera que nos permita mover los dedos de los pies libremente, es decir, que tenga una puntera ancha y que no comprima los dedos en la parte delantera. las zapatillas que tienen la puntera más ancha suelen ser las de barefoot running.
Os dejo además dos sesiones musicales especialmente diseñadas para entrenar en la elíptica, y que podéis descargar en los siguientes enlaces:
Imagen | iStock
En Vitónica | ¿Por qué se nos "duermen" los pies al pedalear en la elíptica?
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