Son muchas las personas que no hacen abdominales por miedo a hacerse daño en la espalda. Las quejas al respecto son elevadas y la mayoría de personas dice que cuando ejecuta los diferentes ejercicios acaba por sentir molestias en esta parte del cuerpo. Normalmente esto suele ser más habitual cuando entrenamos la parte inferior del abdomen. Esto tiene solución, y por ello vamos a ver lo que hacemos mal y lo que debemos hacer bien para evitar que la espalda siga siendo un impedimento a la hora de trabajar el abdomen.
Cuando entrenamos los abdominales solemos desarrollar una gran tensión en esta zona del cuerpo. Toda ella debemos concentrarla en los músculos que lo conforman y que son los que queremos trabajar. El problema aparece cuando desviamos esa tensión y se reparte por diferentes partes del cuerpo como la espalda. En este momento es cuando corremos el riesgo de hacernos daño. Para evitarlo es necesario que nos dejemos llevar por la simpleza de los ejercicios para evitar giros demasiado elaborados, que suelen ser los culpables de esto junto a la mala ejecución de los ejercicios básicos de abdominales.
Que nos duela la espalda al hacer abdominales es algo más habitual de lo que pensamos, y es que es fácil que adquiramos vicios posturales que poco a poco minan nuestro estado. Para evitarlo es hora de ponerle remedio y corregir la realización de las rutinas. En primer lugar debemos tener en cuenta la rectitud de la columna, al hacer abdominales debemos adoptar una postura natural, nunca forzada, pues descargamos la tensión en la espalda. Para ello nos decantaremos por ejercicios simples, a poder ser que se desarrollen en el suelo y que no impliquen más de un grupo muscular, pues el recorrido del ejercicio debe ser corto y concentrado en la parte abdominal.
Entrenar la parte inferior suele ser un momento en el que descargamos mucha tensión en la parte de la espalda. Para evitar que esto suceda es necesario que respetemos un eje imaginario que debemos aprendernos de memoria y que nos ayudará, éste consiste en establecer un plano a la altura de la cadera que nunca debemos sobrepasar con las rodillas al subir y bajar las piernas. Normalmente cuando sobrepasamos este eje solemos cargar la tensión en la espalda, por ello debemos tenerlo en cuenta a la hora de entrenar el abdomen.
A pesar de seguir estas normas básicas es necesario que si nos sigue molestando la ejecución de algún ejercicio lo dejemos de hacer y concentrarnos en otros que no nos hagan mal y nos ayuden en el desarrollo abdominal. Otro punto que debemos tener en cuenta es que en el organismo debe existir un equilibrio entre todas las partes, y por ello si decidimos entrenar el abdomen debemos trabajar la zona lumbar para fortalecerla y evitar así que nos duela.
Imagen | assbach
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