Los movimientos principales del pectoral son la extensión del hombro, que hacemos en los empujes como el press de banca, flexiones y similares, y la aducción horizontal de hombro, que es el gesto que damos al abrazar con ejercicios como las aperturas.
Existen muchas formas de ejecutar unas aperturas, ya sea variando la posición del cuerpo (de pie, sentado, inclinado o tumbado) o escogiendo tipos de cargas distintas (mancuernas, máquinas o poleas). La selección de una u otra variante hace que nuestro pectoral trabaje de manera similar, pero no idéntica.
En base a lo que necesita un ejercicio para hacernos ganar masa muscular, la mejor apertura para el pectoral es la apertura sentado en polea. A continuación desglosamos las principales razones por las que este ejercicio no puede faltar en tus rutinas de pecho en el gimnasio.
Aperturas en polea sentado, la mejor variante para hacer crecer el pectoral
Tensión en todo el rango de movimiento
El beneficio más interesante de las poleas es que ofrecen tensión constante en todo el movimiento ya que podemos elegir el vector de la fuerza a vencer. Cuando hacemos aperturas con unas mancuernas, el esfuerzo se va reduciendo a medida que vamos subiendo las pesas, por lo que la contracción final es menos exigente que otros puntos del ejercicio.
Estabilidad para poner el foco en el músculo
Una de las claves por las que las aperturas sentado en polea no pueden faltar de tus sesiones para el pectoral es porque podemos centrarnos exclusivamente en contraer la musculatura, sin tener que estabilizar unas mancuernas. La estabilidad del ejercicio hace que el foco se ponga en los músculos diana.
Máximo estiramiento, la principal clave
Algunas de las características citadas en los apartados anteriores pueden ser conseguidas también con aperturas en máquinas, pero hay una que únicamente lograremos con las aperturas sentado en polea: el máximo estiramiento. Este ejercicio permite regular el punto en el que nos sentamos, y con ello darle un estiramiento total a los pectorales.
La hipertrofia inducida por estiramiento es un mecanismo comprobado por el que nuestra musculatura logra un plus de aumento de masa muscular al someterse a estiramiento con carga. La parte inicial del ejercicio con los brazos en forma de cruz y el pecho estirado al máximo es lo que este ejercicio nos da y otros no tanto.
Un cruce de poleas de pie sí da estiramiento, pero no tanta estabilidad; un cruce de poleas tumbado o inclinado tirará más de nuestros brazos hacia los lados, pero no hacia atrás; las máquinas de aperturas no consiguen un estiramiento tan grande; las aperturas con mancuernas sí consiguen un gran estiramiento, pero no la tensión en todo el movimiento.
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Imágenes | Federico Faccipieri (Unsplash)
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