A la hora de entrenar el tríceps existe un ejercicio que suele estar presente en la mayoría de las rutinas de entrenamiento, se trata de la patada de tríceps. Para muchos es lo mejor para conseguir un desarrollo perfecto de esta parte del cuerpo, pero no podemos pasar por alto que puede esconder detrás una serie de inconvenientes si no lo realizamos de la forma correcta.
Cuando llevamos a cabo la patada de tríceps debemos tener en cuenta que la espalda debe permanecer recta, el codo tiene que estar pegado al costado del tronco y todo el empuje del ejercicio tiene que recaer sobre el tríceps, por ello debemos concentrarnos en esta parte del cuerpo e intentar que no interfieran otras zonas que harán menos efectivo el ejercicio. Para lograr que la patada de tríceps tenga el efecto deseado solo debemos evitar algunos puntos que no podemos pasar por alto.
En primer lugar la postura es lo más importante como sucede siempre que realizamos un ejercicio. Es fundamental que mantengamos la espalda recta. Es necesario para ello que la postura sea totalmente natural. Realizar giros forzados lo único que puede conseguir es que sobrecarguemos la parte de la espalda que en este caso no debe interferir en el ejercicio, pudiendo acabar generando una contractura. Para evitar esto es necesario que adoptemos una postura adecuada en la que la mano opuesta a la que sujeta el peso será el punto de apoyo junto a las piernas y el banco donde nos agarraremos.
Otro error muy habitual es estirar al máximo el brazo cuando llegamos arriba del todo. Este sencillo gesto que parece efectivo y que incide del todo en el tríceps lo que realmente hace es sobrecargar las cabezas de este músculo y puede llegar a lesionarlas. Es mejor contraer sin llegar al tope del movimiento, ya que de este modo incidiremos de mejor manera sobre el músculo que estamos entrenando sin hacerle ningún daño.
Una de las cosas que solemos hacer cuando realizamos este ejercicio es sobrecargarnos de peso. Por lo general cuando elevamos más peso del que realmente podemos lo que hacemos es no concentrar en el tríceps, sino que desviamos el peso a otras partes del cuerpo. En primer lugar comenzamos por separar el codo del costado, algo que no debe ser así, por eso hay que elevar el peso con el que podemos y de forma lenta y pausada para incidir de mayor forma sobre el tríceps.
Es importante que tengamos esto en cuenta para conseguir incidir de forma total sobre el tríceps y entrenarlo como se merece sin hacer que sean otras partes las que sufran o las que interfieran en un ejercicio que está pensado para entrenar un músculo concreto, siempre y cuando se realice de la forma correcta.
Video | Youtube/davfe71
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