Y la explicación es simple, la composición músculo-esquelética de una mujer difiere a la del hombre. En la mujer las caderas son más anchas y el ángulo entre cuello de fémur y diáfisis es menor, por lo que la eficacia del gesto es menor.
Es común en la mujer tener cierto valgo fisiológico o rotación interna de la rodilla por los motivos expuestos anteriormente, así, al realizar una sentadilla hay más inestabilidad articular y se pueden generar lesiones a nivel del ligamento cruzado anterior.
De aqui que en las mujeres la ejecución de la sentadilla tenga que estar muy vigilada y se debe de aprender bien el gesto. Como consejo, hay que procurar mantener siempre cierta separación de las rodillas al hacer el gesto y mantener la articulación de la rodilla sobre la base del pie, para aumentar la estabilidad.
Si eres mujer y al mirarte en un espejo observas que tienes este valgo fisiológico acentuado, planteate el realizar ejercicios que impliquen sentadillas. Piens que se pueden sustituir por muchos otros.
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