Flex Wheeler era conocido como el Sultán de la Simetría por la perfección que había en su silueta, al ser su parte izquierda y derecha exactamente iguales, algo que da muchos puntos en culturismo. Sin embargo, la búsqueda de esa perfección le llevó a sufrir varias dolencias que pusieron en peligro su vida, teniendo que ser operado hasta en 40 ocasiones por problemas renales. Esta es la historia de uno de los iconos de la época dorada del culturismo.
Luces y sombras de Flex Wheeler, uno de los mejores culturistas de los 90's
Mucho ha cambiado el actual Flex Wheeler de 58 años de edad con el que fuese subcampeón del Mr. Olympia y cuatro veces campeón del Arnold Classic en la década de 1990. En su libro 'Flex Ability: A Story of Strength and Survival', Kenneth, que es el verdadero nombre de Wheeler, hace un repaso a su vida personal y profesional.
Kenneth Wheeler fue apodado como Flex Wheeler por su gran flexibilidad adquirida por su pasión por las artes marciales. Desde su infancia estuvo ligado al deporte y a un espíritu competitivo que sigue demostrando a día de hoy con publicaciones como esta de hace unos días en la que dice
Para mí, competir no es sólo un juego o un pasatiempo: es una pelea, una batalla donde se pone a prueba cada gramo de determinación y fuerza. Es una sensación similar a estar en el frente de una guerra, donde la victoria es el único resultado aceptable.
Le plantó cara a culturistas de la talla de Ronnie Coleman
En 1983 comenzó a competir en culturismo con apenas 18 años, ya que nació en 1965, y desde entonces no dejó de cosechar éxitos a nivel estatal, nacional y mundial. Consiguió alzarse con el primer puesto en el Arnold Classic en cuatro ocasiones (1993, 1997, 1998 y 2000), pero nunca pudo ganar el Mr. Olympia.
Estuvo muy cerca en tres ocasiones, pero Dorian Yates en 1993 y un tal Ronnie Coleman en 1998 y 1999 le superaron, dejando a Wheeler en segundo lugar. Esta parte de la historia es la bonita, pero la vida del culturista ha estado plagada de obstáculos.
Los dos eventos que han marcado su vida personal y profesional
Uno de los momentos en los que peligró la vida y la carrera de Flex Wheeler fue en 1994 cuando tuvo un fuerte accidente de tráfico en el que se rompió el cuello. Este evento le tuvo apartado de la élite del culturismo durante un año, pero el efecto psicológico le duró incluso más.
Finalmente se recuperó, y volvió a ganar campeonatos unos años más tarde como el Arnold Classic y a rozar el primer puesto del Mr. Olympia. No fue hasta el año 2000 cuando realmente llegarían sus verdaderos problemas de salud al ser diagnosticado con una enfermedad renal que le hizo tener que dejar el culturismo de élite.
En 2019 tuvieron que amputarle su pierna derecha
Su enfermedad le ha propiciado efectos nocivos muy graves que le han hecho necesitar un trasplante de riñón e incluso a perder parte de su pierna derecha. En una publicación en su Instagram de hace ya varios años, Wheeler comentaba lo sucedido:
Estuve en un hospital a principios de marzo de 2019. Me llevaron de urgencia al hospital cuando descubrí que tenía trombosis venosa profunda. Estuve en el hospital durante unos tres meses y regresé a urgencias varias veces debido a problemas. Y aun así, me dijeron que habían agotado todos sus recursos y que lo siguiente sería quitarme la pierna [derecha]. Entonces, me di cuenta de que era una posibilidad, que me iban a amputar la pierna, y he estado tratando de acostumbrarme a eso y prepararme mentalmente lo más que pude.
A día de hoy, algunos medios contabilizan que Wheeler se ha sometido a más de 40 cirugías por los diversos problemas de salud comentados. En este momento tampoco está garantizado que no pueda perder la otra pierna y uno o ambos brazos. La eterna batalla de Wheeler continúa ya que su afección de salud no se ha podido erradicar, solamente controlar, al menos en parte.
El uso de sustancias químicas para llegar a lo más alto del culturismo mundial
El uso de química ha sobrevolado siempre como la causa de los problemas renales y todo lo acontecido por ellos, pero en su libro expone que ha quedado demostrado que que todo ha sido por una consecuencia de su genética.
En cualquier caso, esto no es una caza de brujas, así que simplemente destacaremos que Flex Wheeler, como cualquier culturista de élite, más aún en categoría Open, utilizó química para llegar a subirse a esa tarima. Por supuesto, no cabe duda que la disciplina de los culturistas de élite son los que hacen que esa química funcione, ya que su dedicación obsesiva es la que determina llegar o no llegar.
Actualmente toma reemplazo de testosterona de por vida ya que los niveles que su cuerpo genera son demasiado bajos. En Vitónica hemos hablado en varias ocasiones del "derecho a morir por un sueño", pero también de lo peligroso que es el mundo de la química, tanto en el culturismo de élite como a nivel amateur donde también se utiliza.
Al utilizar drogas anabolizantes se pueden producir efectos adversos de todo tipo, que pueden desencadenar directa o indirectamente en la muerte. En los últimos meses han fallecido varios culturistas con apenas 30 años de edad. Ellos tenían como primer objetivo la competición, siendo la salud secundaria, similar al pensamiento de Flex Wheeler y a su rival en los 90's Ronnie Coleman, el culturista considerado como el mejor de todos los tiempos al que hoy le cuesta caminar.
Flex Wheeler continúa ligado al culturismo, pero de otra manera
Es habitual ver a Wheeler en la diferentes competiciones mundiales de culturismo como el Arnold Classic o el Mr. Olympia. Aunque su estado física es muy distinto al de hace 23 años cuando terminó en tercer lugar en el Mr. Olympia en el año 2000, su carisma competitivo sigue estando ahí, pero ahora desde otro lugar.
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Imágenes | Flex Wheeler (Instagram)