En infinidad de ocasiones hemos comentado lo importante que es tener un compañero de entrenamiento a la hora de asistir al gimnasio. De este modo siempre es mucho mejor realizar las diferentes rutinas de entrenamiento, ya que el apoyo de otro siempre es de agradecer y nos insuflará una nota de interés y de ánimo para poder con las cargas sin ningún problema. Pero no solo el compañero de entrenamiento servirá para motivarnos, sino que en muchos casos nos servirá como carga a la hora de realizar los diferentes ejercicios de la rutina.
Ante todo debemos tener claro que un compañero es una carga muy buena cuando tenemos un mínimo de fuerza, ya que no podemos cargarnos a un compañero de entrenamiento sin haber trabajado previamente los músculos y tener un buen control sobre nuestro cuerpo. Este tipo de carga es un peso muerto de grandes dimensiones, por lo que es esencial que sepamos que no se puede recurrir a un compañero en cualquier ejercicio, sino en determinadas rutinas.
Utilizar a nuestro compañero como carga nos obligará a cargarlo literalmente a las espaldas, y es que se trata de un tipo de entrenamiento que se ha usado por los vmarines norteamericanos durante muchos años, pues nos ayudará a aumentar la intensidad de los ejercicios y mejorar así los resultados de los mismos. Pero debemos tener en cuenta que no en todos los ejercicios se pueden utilizar, ya que no siempre el movimiento a realizar nos permitirá tener a cuestas a otra persona. Por ello es necesario que sepamos en qué ejercicios se puede utilizar a un compañero como peso.
Uno de los más tradicionales suele ser a la hora de trabajar los gemelos de píe. Para este ejercicio normalmente nos colocamos en un escalón y elevamos el cuerpo moviendo arriba y abajo los pies. En este caso el compañero se colgará a nuestra espalda para aumentar el peso que debemos elevar con los gemelos. En las flexiones en suelo también podemos echar mano de un compañero que se colocará en nuestra espalda para aumentar mucho más la resistencia que tenemos que vencer con los músculos.
A la hora de hacer sentadillas también nos puede venir muy bien que el compañero sea la carga, y es que colgándose a nuestra espalda aumentará la fuerza que deben realizar los músculos de las piernas para vencer ese peso. Un punto a tener en cuenta es que el compañero puede agilizar un poco su carga sin dejarse caer como un peso muerto y así ofrecer menos resistencia. También para trabajar las piernas podemos caminar un tramo con el compañero colgado a la espalda.
Imagen | PT Lars
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