El ciclo menstrual y la menstruación es un proceso biológico y natural con el que muchas mujeres convivimos gran parte de nuestra vida. Sin embargo, no todas lo vivimos de igual manera. En algunos casos, las mujeres tienen que vivir con irregularidades en su menstruación durante toda su etapa reproductiva.
En otros casos, aunque la personas tenga habitualmente ciclos regulares que no presenten problemas, pueden darse momentos vitales puntuales en los que surjan irregularidades en su ciclo menstrual. Hay diferentes causas para estos problemas y es importante conocerlas y saber qué podemos hacer y cuándo solicitar ayuda médica.
Causas hormonales
Uno de los motivos más habituales de irregularidades en el ciclo menstrual son las alteraciones hormonales. Tener problemas con la hormona tiroidea, concretamente insuficiencias, puede ser una de las causas para estos problemas. El síndrome de ovario poliquístico puede afectar también a la liberación hormonal adecuada e influir directamente en nuestro ciclo menstrual.
Además de eso, los tumores benignos en la hipófisis o la menopausia prematura son causas que pueden hacer que aparezcan irregularidades u amenorrea. Más allá de las hormonas, hay algunas enfermedades como a diabetes, enfermedades en el hígado o en el riñón o algunos tipos de cáncer pueden afectarnos.
Amenorrea relacionada con el deporte intenso y exigente
Por supuesto, ni todos los deportes ni el ejercicio afectan habitualmente a nuestro ciclo menstrual. Sin embargo, puede haber casos en los que influya en la pérdida de la menstruación. Según las investigaciones realizadas al respecto, los deportes en los que se requiere un peso corporal bajo y un bajo nivel de grasa son los que más riesgo presentan de que afecten al ciclo menstrual.
Algunos de estos deportes serían el patinaje artístico, la gimnasia rítmica, la natación, las carreras de fondo o el ciclismo. La intensidad y exigencia de estos deportes influye en dicho efecto, por supuesto. Hay diversos mecanismos que explican la aparición de la amenorrea: un acortamiento de la fase lútea, bajos niveles de estrógenos, alteraciones en la secreción de la hormona luteinizante, etc.
Deficiencias nutricionales
La malnutrición es otra de las causas por las que se pueden dar irregularidades en el ciclo menstrual. Por un lado, tener un peso demasiado bajo (alrededor del 10% por debajo del peso normal) y con un porcentaje de grasa corporal también muy bajo puede ser causante de alteraciones en el ciclo menstrual e, incluso, de aparición de la amenorrea.
Por otro lado, el peso corporal muy alto y la presencia de sobrepeso, también puede influir en las alteraciones del ciclo menstrual. Tener un alto peso puede afectar la producción hormonal y que esto influya en el ciclo menstrual. Esto puede provocar dificultades a la hora de intentar tener un embarazo, entre otras cosas.
El efecto del estrés y la ansiedad
El estrés puede afectar directamente a nuestro cuerpo, provocando alteraciones hormonales y estos influyen en nuestro ciclo menstrual. La causa más habitual son las alteraciones a nivel hipotalámico. Los altos niveles de estrés pueden afectar la liberación de la hormona GnrH lo que impacta en la liberación de las hormonas FSH y LH e impacta en la ovulación.
El consumo de algunos medicamentos
Además de causas físicas, el consumo de algunos medicamentos puede afectar al ciclo menstrual. Específicamente, los antidepresivos, las terapias hormonales, antipsicóticos, quimioterapia, antialérgicos o la medicación para la presión arterial pueden causar este efecto.
Qué podemos hacer cuando se presentan estas alteraciones del ciclo menstrual
Lo primero cuando presentamos alteraciones en nuestro ciclo menstrual es saber la causa, de manera que sepamos qué hacer. Por ello, es posible que tengamos irregularidades una o dos veces y luego nuestro ciclo vuelva a la normalidad, pero si no es así es importante que acudamos al médico de manera que pueda valorar las causas de estas alteraciones.
El médico evaluará, para empezar, si la persona está embarazada. Si se descarta un embarazo es posible que se hagan otras pruebas, como análisis de sangre, evaluación de la función tiroidea, análisis hormonal, ecografías, tomografías, etc. Dependiendo de los resultados nuestro médico nos indicará el tratamiento a seguir.
En cuanto a lo que nosotros podemos hacer, hay algunas claves en nuestro estilo de vida que nos pueden ayudar a prevenir o reducir el riesgo de que aparezcan estas alteraciones. Cuando las causas son el exceso deportivo o la malnutrición, regular la ingesta calórica, adaptar las necesidades nutricionales, y asegurarnos de tener un estilo de vida saludable puede ayudar a equilibrar la función hormonal.
En el caso de deportistas con un nivel de exigencia muy alto y un deporte que pone mucha importancia en el peso corporal, es posible que sea necesario recibir ayuda psicológica. Si la causa es el estrés, la terapia psicológica puede ser de ayuda también. En cualquier caso, aprender técnicas de relajación, como la respiración diafragmática, relajación de Jacobson, puede ser de gran ayuda.
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