La calidad y la cantidad de los alimentos que ingresan a nuestro cuerpo no son lo único que pueden influir en nuestra salud sino también la forma en la que comemos. Así, te mostramos cinco hábitos al comer que pueden estropear tu dieta y perjudicar la salud.
Los peores hábitos al momento de comer
Para garantizar el cuidado de la salud y lograr una dieta de calidad, aconsejamos siempre ser conscientes y para ello, comer sentados a la mesa sin distractores. Asimismo, es recomendable evitar conductas de riesgo cómo pueden ser las que mostramos a continuación:
Comer a escondidas
Comer a escondidas implica que por alguna u otra razón estamos ocultando nuestro acto de comer o aquello que ingresa al organismo.
Puede ser síntoma de un trastorno alimentario no específico o bien, la consecuencia de prejuicios erróneos en nuestra dieta que determinan que por ejemplo, está prohibido disfrutar de un plato cargado de azúcares y calorías de vez en cuando.
Éste hábito puede propiciar el ingreso de calorías en apreciables proporciones a nuestro cuerpo, sin dejarnos disfrutar de lo que comemos y lograr una relación sana con la comida.
Comer, picotear o picar mientras cocinamos
Ingresar alimentos al cuerpo (aún en pequeñas proporciones) mientras realizamos alguna actividad puede fomentar un consumo inconsciente y el subregistro de las calorias o cantidades ingeridas.
Ésta conducta puede propiciar excesos en la dieta habitual sin que ello implique mayor saciedad. Por eso, es siempre aconsejable comer sentados a la mesa y evitar el ingreso de alimentos mientras realizamos otras actividades.
Comer los sobrantes de comida para no tirar
Con el fin último de no tirar ni desperdiciar alimentos podemos desarrollar una conducta poco apropiada y que promueve excesos cómo es el hábito de consumir los sobrantes de comida.
Esto favorece un desajuste entre las necesidades de nuestro cuerpo y lo que ingresa verdaderamente al organismo, ya que estaremos comiendo aún después de habernos saciado, no respetando las señales de nuestro cuerpo.
Comer muy rápido y sin masticar
Comer a gran velocidad puede conducirnos a un mayor ingreso de alimentos y calorías en cada ingesta ya que la saciedad demora unos minutos en manifestarse en nuestro organismo.
Por otro lado, una ingesta rápida no nos ayuda a digerir adecuadamente los alimentos, ya que entorpece la masticación y al mismo tiempo, no nos permite saborear y disfrutar con calma de aquello que estamos consumiendo.
Comer de noche, en medio de nuestro descanso nocturno
Despertarse por la noche y asaltar la nevera con la finalidad de consumir alimentos puede ser una conducta muy poco sana para el organismo, ya que implica en cierta forma una ingesta a escondidas u oculta de alimentos, en un momento del día en que nuestro cuerpo pretende relajarse y dormir.
Este hábito es propio de los llamados "comedores nocturnos" un trastorno alimentario no específico qur caracteriza al mismo tiempo, a quiénes desarrollan atracones.
Dado que puede afectar la calidad de nuestro descanso nocturno y promover excesos al momento de comer que en nada favorecen a la salud del organismo, lo recomendable es controlar o evitar su desarrollo
Estos son cinco comportamientos o hábitos al comer que pueden estropear tu dieta y tu salud si se desarrollan de forma cotidiana.
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