A medida que pasan los días aumentan las horas de sol y nuestros ritmos de vida cambian notablemente. Que el sol es bueno para todos ya lo sabemos, pero muchas veces en lo que no reparamos es en la cantidad de problemas que nos puede acarrear para la vista una incorrecta exposición al sol. Por ello en este post queremos detenernos en algunos consejos para proteger al máximo nuestros ojos de los efectos del sol.
Seguro que ahora que comienza a hacer mejor tiempo pasamos muchas más horas al aire libre, lo que nos hace exponer a nuestros ojos al sol. Por este motivo es necesario tener en cuenta que el sol pude dañarlos poco a poco si no ponemos los medios necesarios para evitar que las diferentes partes del ojo se vean afectadas, ya que son más delicadas de lo que pensamos.
Hidratar y limpiar los ojos más a menudo
Con la llegada de la primavera y la exposición reiterada al sol, además de comenzar a acudir a la playa, estar en la arena, echarnos protector solar… Todos estos factores pueden irritar nuestros ojos haciendo que se resequen y que podamos dañarlos sin darnos cuenta. Por ello una buena solución es hidratarlos y limpiarlos mediante el uso de lágrimas de suero fisiológico que nos ayudarán a mejorar el estado general del ojo frente a estas situaciones.
Las lágrimas artificiales también son muy recomendables cuando utilizamos lentes de contacto, ya que en estas fechas los ojos tienden a resecarse mucho más. Además, hay actividades que solemos hacer al aire libre como senderismo, escalar, nadar… En todas estas actividades solemos someter a los ojos a una presión superior a la acostumbrada, tendiendo a resecarse mucho más. Por ello es muy bueno echar mano de una hidratación adicional.
Las gafas de sol, un imprescindible
Ni que decir tiene que al haber más horas de sol debemos proteger los ojos de sus rayos nocivos para los ojos. Al no poder utilizar crema protectora, las gafas de sol son la única opción que tenemos para los ojos. Éstas deben ser siempre de alta calidad y a poder ser polarizadas, ya que filtrarán mucho más los rayos de sol . Es importante que las gafas que utilicemos estén homologadas y testadas, provistas además de los filtros adecuados para que sean realmente efectivas.
Usar gafas de agua
Lo mismo sucede a la hora de realizar natación o de meternos en la piscina debemos utilizar gafas acuáticas que aíslen los ojos del agua, ya que suele estar tratada con cloro y demás sustancias desinfectantes que irritan los ojos y que pueden llegar a inflamarlos. Es importante tener estos puntos en cuenta, sobre todo de cara a prevenir lesiones futuras en los ojos, pues son una parte muy delicada que hay que proteger al máximo.
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