Durante el verano una de las principales fuentes de actividades recreativas es el baño en diferentes lugares ,ya sean piscinas, playas, ríos, lagos, parques acuáticos, balnearios, etc. Además del ocio y recreación, es una de las maneras más propicias para combatir el calor y las altas temperaturas, pero siempre existen riesgos como por ejemplo el frecuentes contagio de infecciones.
En cualquier lugar donde se utilice el agua como base del ocio puede existir un foco de enfermedades transmisibles si previamente no se han adoptado las medidas higiénicas necesarias. Existen diferentes vías de contraer dichas enfermedades como pueden ser el entrar en contacto directo con los gérmenes contaminantes presentes en el agua o bien al tragar el agua contaminada. Los principales causantes de estas enfermedades son la Eschericcia Coli, Cryptosoporidium, Giardia, Norovirus y Shigella entre otros.
A modo de ejemplo, una forma fácil de contaminar una piscina completamente y convertirse en uno de los focos de infección más comunes en aguas recreativas es el baño de una persona con diarrea. También se pueden ver infecciones que afectan al sistema nervioso, la piel, los oídos, las vías respiratorias, los ojos y las heridas.
Entre los microorganismos presentes en aguas recreativas podemos encontrar:
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las bacterias, causantes de conjuntivitis, otitis, gastroenteritis, etc.
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los virus, causantes del papiloma y hepatitis.
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Los hongos, que originan pie de atleta o candidiasis y que normalmente se desarrollan en las zonas húmedas.
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y las algas, que contribuyen al desarrolllo de los citados microorganismos, y que usualmente proliferan por tratamientos inadecuados del agua o por la presencia de nitratos.
Las personas más proclives a contraer una infección de este tipo son los niños, las mujeres embarazadas y las personas con el sistema inmunitario debilitado. Aún así, son evitables adoptando unas correctas medidas preventivas.
Una de medidas más importantes a llevar a cabo para evitar la transmisión de infecciones a través de la agua es el mantenimiento higiénico adecuado mediante la adición de desinfectante, de los que el hipoclorito sódico es el más utilizado. Esto, junto con una mantenida depuración de las aguas siguiendo unos tiempos de recirculación de la masa de agua y una renovación parcial de la misma, serán suficientes para el cuidado de la zona de recreo.
Imagen | Brave Heart
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