Hace muy poquito la revista JAMA Internal Medicine ha publicado un par de artículos sobre dolor lumbar y el papel del ejercicio en su prevención, principalmente, obteniendo unos resultados bastante favorables.
Y lo mejor es que los dos artículos los tenemos disponibles online y en acceso libre (eso sí, en inglés). El primero presenta una revisión sobre el dolor lumbar y medidas de prevención, y el segundo habla de estrategias de prevención centradas en el ejercicio físico. Pasamos a comentar la información.
Dolor lumbar y prevención ¿Qué es lo que funciona?
El primer artículo lo podéis encontrar aquí. Detalla los pasos que realizaron sus autores para llevar a cabo el meta análisis y la revisión sitemática.
De todos los estudios posibles (más de 6000) solo 23 cumplieron los criterios del estudio, lo cual ya da pistas de que en cuanto a dolor lumbar y prevención queda mucho por hacer, y por decir.
De estos 23 estudios, que abarcaron a un total de 30850 sujetos, se extrajeron conclusiones, buscando información relevante sobre pautas o consejos para prevenir el dolor lumbar:
El ejercicio solo o en combinación con la educación en salud es un método útil para prevenir la aparición de dolor lumbar, siendo la combinación de ejercicio+educación más efectiva que el ejercicio por sí solo (aunque también tiene un importante efecto, no lo olvidemos).
Otras fórmulas que se suelen emplear para tratar de prevenir el dolor lumbar, como educación por sí sola, uso de cinturones protectores, plantillas especiales... No tienen base, no parecen prevenir la apatición de dolor lumbar.
Ejercicio: Actualmente infravalorado en la prevención del dolor lumbar
El otro artículo, si bien también es interesante, lo voy a resumir más, puesto que es un proyecto para implementar el ejercicio como medida preventiva del dolor de espalda, y analiza los factores y las necesidades para llevar esto acabo, como podéis leer aquí.
Cabe destacar lo irónico de tener información que indica que el ejercicio y los consejos de salud ayudan a prevenir este problema que afecta a gran parte de la población, incluyendo a muchos trabajadores, suponiendo un gran coste económico y social por las bajas laborales y los tratamientos, y no contar con medidas efectivas que difundan esta información o desarrollen e implementen programas preventivos basados en el ejercicio.
Los autores del estudio se quejan en que a estos pacientes que han sufrido dolor lumbar se les suele indicar reposo, inyecciones de medicamentos y otras medidas que no son útiles para prevenir, sino que además generan debilidad y pueden producir recaídas; o se les prescriben tratamientos pasivos, con limitada, muy escasa utilidad demostrada.
Prescribir ejercicio a estos pacientes, ya sea porque están en riesgo o porque han sufrido un episodio de dolor lumbar, parece que es lo acertado ¿Cuándo lo veremos implementado en nuestros sistemas sanitarios o en el entorno laboral? ¿Alguien se atreve a apostar?
Y para concluir, como siempre que hablamos de estudios científicos, decir que se refiere a casos concretos, y que lógicamente no todos los dolores lumbares van a mejorar con ejercicio o ejercicio y educación, por lo que siempre hay que acudir a los profesionales sanitarios para recibir el diagnóstico tratamiento necesario para cada persona.
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