Las personas que padecen enfermedades que les hacen sufrir dolor crónico, como la fibromialgia, recurren a distintas técnicas para sobrellevarlo. La medicación es una de ellas, pero también el ejercicio físico se recomienda para manejar el dolor.
Ahora, un estudio publicado en el British Medical Journal apunta a que dentro de este recurso existe una una variedad de formas de ejercicio con un efecto positivo, ya que han comprobado que el Tai Chi ayuda a los pacientes de fibromialgia tanto como el ejercicio aeróbico.
La fibromialgia y sus síntomas
La fibromialgia es una enfermedad de largo recorrido que causa un dolor generalizado por todo el cuerpo. También puede causar un cansancio extremo, rigidez muscular, problemas para dormir y depresión. Se calcula que afecta a entre el 2 y el 4% de la población adulta a nivel mundial.
El ejercicio aeróbico es parte del tratamiento actual para esta enfermedad, pero para muchos pacientes practicarlo es difícil y penoso debido a los síntomas mencionados.
Algunos estudios previos ya sugerían que el Tai Chi, un arte marcial procedente de la antigua China, tiene también efectos positivos sobre el dolor, además de mejorar la salud física y mental de las personas con fibromialgia, pero hasta ahora todos concluían que hacían falta estudios más rigurosos y más investigación para confirmar esos resultados.
Así que un grupo de científicos estadounidenses se propuso llevar a cabo esa investigación que hacía falta para comparar con rigurosidad el ejercicio aeróbico con el Tai Chi, y también para determinar si su eficacia depende de la frecuencia con que se practique o de la duración de las sesiones.
Un estudio positivo (pero con limitaciones)
Reclutaron a 226 pacientes que no habían practicado ni Tai Chi ni ningún otro tipo de actividad parecida en los seis meses anteriores y se les sometió a una determinada serie de pruebas para evaluar el impacto físico y psicológico de la fibromialgia en sus vidas.
Los pacientes sabían en qué terapia estaban participando [...]. Es decir, que no existió el método del doble ciego y cierto efecto placebo pudo interferir en los resultados
Después se les asignó de forma aleatoria a dos grupos: o bien realizarían actividades aeróbicas dos veces a la semana durante 24 semanas, o bien practicarían Tai Chi en cuatro modalidades distintas (durante 12 o 24 semanas y una o dos veces a la semana). Mientras tanto se evaluaron los cambios en sus síntomas a las 12 a las 24 y a las 52 semanas,
Los resultados mostraron que los síntomas mejoraban en los cinco grupos del estudio, pero mejoraron más los que hicieron Tai Chi que los que hicieron ejercicio aeróbico. Los resultados eran especialmente evidentes al comparar a los dos grupos que se ejercitaron durante el mismo tiempo y dos veces a la semana en cada una de las dos modalidades.
Si bien los resultados son positivos, hay que tener en cuenta un punto débil en este estudio: los pacientes eran conscientes de en qué terapia estaban participando, igual que lo eran los encargados de medir los resultados. Eso quiere decir que no existió el método del doble ciego (en el que ni voluntarios ni observador saben en qué grupo se encuentran los primeros) y que cierto efecto placebo pudo interferir en los resultados.
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