Si nos hablan del digestión, seguro que muchas veces sabemos muy bien lo que significa, porque la notamos demasiado. En muchos casos aparece la temida acidez de estómago debido a esa mala digestión, lo que hace que empeore nuestro estado general. La mayoría de nosotros no nos preocupamos de ello, pero cada vez nos hemos concienciado más de la necesidad que hay de conseguir mantener una buena digestión, y para ello simplemente nos servirá con seguir algunos consejos que nos serán de gran utilidad.
Lo ideal es conseguir hacer que el estómago trabaje de manera sencilla, es decir, evitar que aparezca la temida acidez debido a las digestiones pesadas. Esto nos ayudará a conseguir un mejor estado general y evitaremos el malestar derivado. Para ello podemos realizar diferentes acciones cotidianas que no nos supondrán más que adquirir un hábito que a la larga será muy beneficioso para nuestra salud.
La importancia del desayuno
Un primer paso a seguir es tener en cuenta el desayuno, ya que es la primera comida del día y muchas veces la hacemos mal al ingerir alimentos ácidos como el exceso de dulces, de grasas… Para evitarlo lo que recomendamos es comenzar por beber líquido como agua con limón caliente o pomelo para, aunque parezca lo contrario, evitar la acidez, ya que ayuda a estimular la secrección de jugos gástricos para una mejor digestión. Infusiones de hierbas también son una buena opción ya que es necesario que comencemos por hidratar las células después de toda una noche sin líquidos.
Para realizar un desayuno correcto os recomendamos alimentos como el aguacate, el pan integral, las semillas de chía, arroz integral, quínoa, almendras, soja, agua de coco, la leche de almendras sin azúcar o la de soja también son buenas alternativas para conseguir una alimentación más saludable. Lo que hay que evitar son alimentos ácidos como las grasas saturadas, los alimentos procesados, los azúcares refinados…
Conseguir respirar bien cada día
Otra manera de mejorar el funcionamiento del sistema digestivo es respirar relajadamente todos los días. Es cierto que respiramos las 24 horas del día, pero cuando nos referimos a respirar consiste en hacerlo de manera consciente y en relajación. Debemos hacerlo de manera tranquila en un parque o en casa mediante inspiraciones de unos 4 segundos cada una seguidas de expiraciones lentas, para ir ampliándolas poco a poco y alargar el tiempo. De este modo conseguiremos una correcta oxigenación del organismo y un mejor estado general del organismo debido a que es una buena manera de eliminar parte del estrés que puede acabar por afectar al estómago.
Mantener una buena hidratación
Otro punto a tener en cuenta es una correcta hidratación, ya que nuestro cuerpo está constituido principalmente por agua. Es fundamental mantener las células hidratadas para evitar la acidez. Bajar los niveles de líquido del organismo nos hará estar más cansados, disminuyendo nuestro rendimiento y reduciendo el funcionamiento del metabolismo.
Incluir en la dieta ácidos grasos esenciales
Los ácidos grasos esenciales como el Omega-3 son fundamentales a la hora de mejorar la digestión. Por ello es imprescindible que ingiramos alimentos que los contengan en altas cantidades como por ejemplo el aceite de oliva, los frutos secos como las nueces o las almendras o el pescado azul entre otros.
Hacer de la fibra un aliado
La fibra es buena para el correcto funcionamiento del organismo, sobre todo a la hora de llevar a cabo una correcta digestión. La fibra nos ayuda a conseguir agilizar el bolo alimenbticio a lo largo del intestino. Es cierto que la fibra no se digiere por el organismo, y en muchos casos puede llegar a fermentar y producir gases, pero a la larga es un perfecto aliado a la hora de asimilar y arrastrar sustancias como las grasas que a veces hacen que la digestión sea más lenta y costosa. Las podemos encontrar en frutas y verduras y deben estar presentes en la dieta cotidiana.
Eliminar azúcares de la dieta
Eliminar el azúcar de la dieta es un paso importante a la hora de evitar las digestiones pesadas. Es cierto que es difícil eliminarlo del todo, pues la mayoría de alimentos lo contienen, pero lo que debemos hacer es eliminar de la dieta alimentos que lo contengan en altas cantidades bien sea azúcar refinado, glucosa, fructosa o cualquier otra variante. Lo ideal es acabar con los azúcares de la dieta e ingerir únicamente aquellos naturales que contienen los alimentos por sí mismos y no están procesados.
Es cierto que el azúcar no deja de ser una droga que el organismo demandará si no lo recibe en forma de antojos. Para estas ocasiones debemos tener alternativas como la ingesta de otros alimentos como frutas, frutos secos… Lo bueno es seguir una alimentación adecuada y rica en ácidos grasos esenciales para así ayudarnos a controlar al máximo estos momentos en los que aparecen los antojos. Estar bien alimentados no requiere de ingerir azúcares procesados, y si los evitamos poco a poco acabaremos por desterrarlos de la dieta y mejorar así la digestión de manera general.
Incluir infusiones después de cada comida
Es cierto que algunas infusiones como el té son estimulantes y en muchos casos pueden llegar a irritar el estómago y causar acidez, pero por ello recomendamos la ingesta de infusiones digestivas como la manzanilla o la menta poleo, que nos ayudarán a mejorar la asimilación de los alimentos y ha hacer que la digestión sea más rápida y mucho mejor para el organismo. Por ello debemos hacer de éstas un aliado perfecto para cada día.
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