Vivimos en una sociedad en la que cada vez hay más persona concienciadas en que hay que cuidarse, no solo por estética, sino también por salud. El objetivo principal no es tener un cuerpo bonito, sino tener un cuerpo sano, y esta es la mejor medicina para prevenir todo tipo de enfermedades, incluso las enfermedades cardíacas que también se relacionan con el sobrepeso y la obesidad.
Un estudio reciente vuelve a indicarnos que la medida de nuestro perímetro abdominal, es decir, la circunferencia de la cintura, es más importante que el índice de masa corporal (IMC) de cara a prevenir distintas enfermedades cardíacas.
El IMC, como hemos indicado en vitónica en alguna ocasión, es una simple cifra que relaciona nuestra altura y nuestro peso corporal, pero no tiene en cuenta si nuestro peso es magro o graso. Lógicamente no se encuentran igual de saludables dos personas que tienen un mismo peso y altura, pero una de ellas se encuentra en un 10% u 11% de grasa de corporal y la otra en un 25% de grasa corporal.
Este estudio reciente realizado en Intermountain Medical Center en Salt Lake City sugiere que la grasa abdominal es más peligrosa que la grasa que se acumula al rededor de las caderas, es decir, es mejor tener la forma de una pera, que la de una manzana, comparando estilos de cuerpos.
La obesidad abdominal es un factor importante para predecir una enfermedad grave del corazón en pacientes que tienen diabetes tipo 1 o tipo 2 y que nunca antes han mostrado ningún síntoma de enfermedad cardíaca.
Los cuerpos que poseen forma de manzana y además el hecho de poseer un perímetro abdominal alto, están asociados con el síndrome metabólico, que incluye presión arterial alta, niveles altos de azúcar y colesterol alto, así como insuficiencias, enfermedad arterial y cardíaca coronaria entre otros.
La obesidad abdominal se ha asociado fuertemente con una disfunción ventricular izquierda regional, que es una de las causas más comunes de enfermedades del corazón, incluyendo insuficiencia cardíaca congestiva.