Al parecer los buenos hábitos siempre van juntos y esto se traduce a las conductas más nocivas, por ello, tras evaluar el impacto de la subida de los impuestos al tabaco se sabe que cigarrillos y copas van de la mano, por lo tanto, la Ley Antitabaco también va contra el consumo de alcohol.
Así, el análisis estadounidense señala que la subida de impuestos al tabaco no sólo disminuyó el número de fumadores, sino que también modificó los hábitos de los consumidores de alcohol reduciendo modesta a moderadamente la cantidad ingerida y la frecuencia de atracones de alcohol que tantos daños pueden generar a la salud.
El impacto de las medidas antitabaco parecieron influir más sobre el consumo de alcohol de los hombres más jóvenes y de menores ingresos, sin embargo, no afectó los hábitos de las mujeres estudiadas. Quizá la diferencia radica en que a mayor consumo de alcohol más reducción en su consumo, y las mujeres beben menos que los hombres.
No obstante, aunque la subida de impuestos al tabaco y otras medidas como la prohibición de fumar en espacios públicos reducen modesta a moderadamente el consumo de alcohol, el impacto para la salud pública pueden ser significativo y mejorar la salud de la población.
Por ello, celebramos que la Lay Antitabaco haya dejado buenos frutos sobre los fumadores y por supuesto, avalamos estas medidas que también van contra el consumo de alcohol, pues al parecer, si se ayuda a controlar un hábito nocivo, también se afecta como consecuencia otros comportamientos negativos para la salud del organismo.
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