Si hay un animal que nos da miedo cuando llega el verano - al margen de las avispas - son las medusas. A todos nos gusta poder disfrutar de unas vacaciones relajadas, bañarnos en el mar e incluso pasear por la orilla. Pero toda esa relajación amenaza con desaparecer cuando nos avisan de que puede haber medusas en el agua. O lo que es peor, cuando no nos avisan y nos las acabamos encontrando a las malas: con picadura incluida.
La buena noticia es que, generalmente, las medusas no tienden a picarnos sin motivo - no como las avispas - si no se sienten amenazadas. La mala noticia es que pueden sentirse amenazadas simplemente por el cambio de temperatura que produce la presencia de nuestro cuerpo en el agua. Por ello, no es mala idea que sepamos qué podemos hacer inmediatamente si una de ellas nos pica, incluso antes de acudir al médico o al puesto de socorro.
Qué tenemos que hacer si nos pica una medusa
Lo primero que notaremos, si nos pica una medusa, será dolor como de un calambre o latigazo.Posteriormente empezaremos a notar escozor, picor, enrojecimiento e inflamación de la zona. El motivo de que esto ocurra es que las medusas no pican como otros bichos, sino que sus tentáculos están formados por células urticantes que son las que nos causan el daño. Los actos posteriores a la picadura deben estar enfocados en reducir el efecto del veneno y rebajar la hinchazón y el picor.
No rascarnos: el escozor y picor posteriores a la picadura suelen ser muy intenso y podemos sentir deseo de rascarnos pero lo más recomendable es que no lo hagamos ya que podría ayudar a extender el veneno de la medusa a una zona más amplia y provocar que la picadura sea todavía peor.
Nada más sentir la picadura debemos intentar lavarla: lo ideal sería que utilizáramos suero fisiológico para hacerlo, pero de no tener a mano este producto el agua salada del mar puede servirnos. Debemos tener cuidado, eso sí, de no extender más las partículas venenosas. Lo mejor es que no utilicemos agua dulce y que limpiemos siempre sin frotar. La idea es aliviar un poco el escozor y reducir el efecto del veneno.
Comprobar que no quedan restos de tentáculo: en ocasiones, pueden quedar restos de tentáculo adherido a nuestra piel, que siguen expulsando veneno. Por ello, debemos confirmar que no quedan rastros y de hacerlo, tenemos que intentar retirarlos o bien con una pinza o bien con guantes, para no afectar a nuestras manos.
Aplicar frío: Cuando la zona esté limpia podemos aplicar frío en la zona afectada. Para ello podemos utilizar hielos o alguna botella helada que encontremos. El frío nos ayudará a rebajar la hinchazón, pero nunca debemos aplicarlo directamente en la piel. Por ello, tenemos que envolver los hielos o la botella en un trapo o camiseta y colocarlo en la picadura.
No orinar en la picadura: sé que lo estabais pensando, pero no, orinar en las picaduras no funciona. Y no solo no funciona, sino que puede empeorar la situación por el mismo motivo que o se debe intentar lavar la zona con agua dulce: el veneno de los tentáculos es expulsado por unas células llamadas nematocistos. Estas células pueden seguir expulsando veneno incluso cuando se han separado de los tentáculos y muchas cosas pueden reactivar su toxicidad. Entre estas cosas se encontrarían un cambio en la salinidad y tanto el agua dulce como la orina son menos saladas que el agua del mar. Friends nos enseñó muchas cosas, pero en esto falló.
Acudir al puesto de socorro: debemos acudir al puesto de socorro lo antes que podamos, para que ellos nos vean la picadura y decidan cuáles son los siguientes pasos a seguir. Si el malestar no se pasa, acudir al médico de urgencias tampoco está de más ya que, algunas personas somos más sensibles que otras al veneno de la medusa e incluso hay personas alérgicas.
Y a vosotros, ¿os ha picado alguna vez una medusa? ¿Qué hicisteis al respecto?
Imágenes | Disney, Giphy
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