A día de hoy es muy fácil ser culpable de dormir poco o mal. Ya sea por demasiado trabajo, por perder horas delante de Internet o de la televisión o por vivir más en el mundo de la noche que de día.
La privación del sueño esta ligada a una variedad de problemas de salud como la obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer. Ahora, en un estudio de la UCLA se ha visto que la falta de sueño altera el funcionamiento de la grelina y de la leptina.
Estas dos hormonas tienen un papel fundamental en la regulación del apetito y del gasto energético. Por lo que su correcto funcionamiento es determinante para mantener un peso saludable.
La privación de sueño provoca un aumento de la secreción de grelina y una disminución de la leptina, lo cual se traduce en un aumento del apetito. Por ello es común el picoteo nocturno en personas con trastornos del sueño.
La conclusión del estudio es que bajo la privación de sueño el organismo estímula la secreción o inhibición de importantes señalizadotes químicos que promueven comer en exceso.
Referencia I Psychoneuroendrocrinology, 34: 540, 2009; Published online.
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