Si hay algo que sabemos sobre una enfermedad como el cáncer es que no existe alimentación o hábito que por sí mismo nos vaya a curar o a evitar al 100% que podamos sufrirla en algún momento de nuestra vida. Y, sin embargo, nuestros médicos, los medios de comunicación y las campañas de prevención nos siguen informando de lo importante que es tener unos hábitos saludables para prevenir estas y otras enfermedades.
¿A qué se debe esto? Básicamente a que el cáncer, tal y como indica la OMS, es una enfermedad multifactorial en la que pueden influir muchos factores de riesgo. Algunos de esos factores están relacionados con nuestros hábitos de vida, sobre los que tenemos control, y mejorándolos reducimos esos factores de riesgo concretos. No significa que vayamos a evitarlo al 100%, pero sí que podemos reducir el riesgo y eso ya es importante.
Qué hábitos de vida son factores de riesgo para padecer cáncer y cómo mejorarlos
La dieta y los alimentos que consumimos
Nuestra alimentación es un de los factores existentes con relación al cáncer. Según Estudio Prospectivo Europeo sobre Nutrición y Cáncer, del 90% de causas oncogénicas que provienen del exterior, el 35% se deberían a la nutrición. Es, por tanto, un factor importante que debemos tener en cuenta.
La OMS recomienda que nuestra alimentación incluya más frutas, verduras, hortalizas y legumbres, así como frutos secos y cereales integrales. Es importante que nuestra alimentación sea rica en nutrientes y tenga una buena cantidad de fibra. También recomienda que reduzcamos el consumo de grasas hasta que conformen solo el 30% de nuestra ingesta diaria y, preferiblemente, que sean procedentes de grasas no saturadas (evitando las grasas saturadas y trans).
Además, también se recomienda reducir nuestra ingesta de azúcar libre hasta que sea menos del 10% la ingesta calórica diaria o, incluso, menos del 5%. En cuanto la sal lo ideal es reducir el consumo también a menos de 5 gramos.
Realización de ejercicio físico
La cantidad de actividad física que hacemos es también un factor de riesgo sobre el que nosotros tenemos cierto control. Debemos tener en cuenta que algunos estudios señalan que la falta de actividad física está relacionado con el aumento del riesgo de padecer algunos tipos de cáncer, como el de mama. La OMS recomienda que tengamos al menos 30 minutos al día de actividad física de intensidad moderada.
Evitar el consumo de alcohol
El alcohol es una sustancia que se consume de manera muy habitual en nuestra sociedad y que, además, forma parte de la socialización y, por tanto, estamos muy habituados a ello. Esto no quita, sin embargo, que se trata de un factor de riesgo que puede aumentar las posibilidades de padecer cáncer. ¿Significa que si bebemos alcohol vamos a tener cáncer sí o sí, o que si no tomamos nunca alcohol no vamos a tener cáncer nunca? No, pero sí implica que puede influir y que cuanto menos riesgos tengamos mejor.
Es por ello que la OMS recomienda reducir o evitar por completo el consumo de bebidas alcohólicas como medida con evidencias científicas para reducir el riesgo de padecer cáncer.
Igualmente reducir o evitar el consumo de tabaco
Algo similar ocurre con el consumo de tabaco. Como sabemos el consumo de tabaco está altamente relacionado con el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer como el de pulmón o garganta. Reducir el consumo de tabaco o evitarlo por completo será una reducción importante del riesgo de padecer estos cánceres.
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