El cambio climático es un problema que merece la atención de todos y en la lucha contra este nuestros hábitos pueden ser de mucha utilidad. Por ello, según un informe de la ONU recientemente publicado, reducir el consumo de carne sería clave para disminuir el calentamiento global.
Menos carne contra el cambio climático
No es la primera vez que la carne roja está en el centro del debate cuando se trata de cuidar el medio ambiente, y es que la ganadería ocupa el 83% del suelo dedicado a la producción de alimentos y genera el 60% de los gases con efecto invernadero provenientes de la agricultura según un estudio publicado el año pasado.
Como si fuera poco, la carne aporta escasa proporción de energía a nuestra dieta y por ello resulta poco eficiente para nuestra salud en relación con el cuidado del medio ambiente.
También del informe reciente de la ONU se desprende que la agricultura, la silvicultura y otros usos humanos de la tierra son los responsables del 23% de las emisiones de gases invernadero. Por lo tanto, si deseamos mantener el calentamiento global por debajo de los 2 grados se requiere una reestructuración industrial que no es fácil de llevar a cabo.
Más sencillo de poner en práctica e igualmente efectivo sería la modificación de hábitos por parte del consumidor que finalmente influiría en la industria alimenticia. Por ello, se recomienda un cambio en la dieta que incluya la reducción del consumo de carne.
Una mayor ingesta de alimentos de origen vegetal y la disminución en el consumo de carne roja puede ser muy favorable para el medio ambiente y también, para nuestra salud.
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