Todo lo que tienes que saber sobre la diabetes: los distintos tipos, por qué aparece y cómo se puede prevenir

Todo lo que tienes que saber sobre la diabetes: los distintos tipos, por qué aparece y cómo se puede prevenir

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Santiago Campillo

Colaborador

Licenciado en Biología, divulgador científico y autodidacta a tiempo parcial. Gentilhombre del S. XXI. La Comunicación Científica es mi pasión y también mi profesión cuando se deja. Inquieto por naturaleza, cómodo por vicio y creativo por enfermedad.

442 millones de personas padecen de diabetes en todo el mundo. Eso quiere decir que una de cada 11 personas está afectada. La enfermedad puede complicarse e incrementar el riesgo de muerte prematura.

Aunque todos hemos oído hablar de ella, ¿alguna vez te has planteado por qué ocurre y qué diferencias hay entre sus diferentes tipos? ¿Se puede prevenir? Hoy hablamos de todos los detalles con el fin de conocer un poco mejor esta enfermedad.

¿Qué es, cuáles son sus síntomas y por qué se produce la diabetes?

Se conoce como diabetes mellitus, o diabetes a secas, a un trastorno metabólico que afecta a la acumulación y asimilación de azúcar. Esto se manifiesta en una subida de concentración de azúcar en sangre, lo que provoca una serie de consecuencias metabólicas y fisiológicas muy diversas, algunas bastante peligrosas.

Además de la hiperglucemia, el síntoma y también la causa más común del resto de fenómenos relacionados con la diabetes, esta puede provocar la muerte celular, especialmente en las extremidades, donde aparecen úlceras y otras heridas; afecciones oculares, como la pérdida de visión; pérdida funcional de los órganos, especialmente los riñones, aunque cualquiera puede verse afectado; fallo en otros aspectos metabólicos que comprometen la salud... la ristra de síntomas es larga y compleja.

Estos se deben, como decíamos, a la incapacidad de las células de utilizar la glucosa, una de las fuentes principales (por no decir la principal) de energía. Al no poder emplearla, mueren de "inanición", mientras que la glucosa aumenta su concentración, afectando a los niveles osmóticos en la sangre.

Este problema metabólico ocurre por dos razones, principalmente. La primera es un fallo del páncreas, que deja de segregar insulina. Esta hormona es imprescindible para la gestión de la glucosa en la célula. Al no producir insulina, la ruta metabólica energética no puede funcionar.

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La segunda de ellas es una resistencia adquirida a esta hormona. Esto ocurre cuando la producción de insulina es normal pero las células se vuelven menos sensibles a su función, de manera que por mucha insulina que tengamos en sangre, no realizará el trabajo para el que está diseñada. En definitiva, este problema con la insulina es la verdadera y única razón de la diabetes, la cual provoca todo el resto de síntomas.

Estos son los tipos de diabetes que existen

Aunque al final las consecuencias son muy parecidas (más o menos intensas, dependiendo de la situación), la diabetes puede ser de dos tipos esencialmente. La diabetes mellitus tipo 1 ocurre cuando el páncreas no puede producir, prácticamente, insulina. Esto se debe a una destrucción de más del 90% de los islotes de Langerhans, acumulaciones de células dedicadas a la producción de insulina y otras hormonas relacionadas, como el glucagón.

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La diabetes tipo 1 supone una deficiencia total de insulina, por lo que el paciente deberá recibir esta hormona de manera externa de por vida y de forma regular. La diabetes tipo 1 puede ocurrir por una enfermedad autoinmune, cuando el cuerpo ataca a estas células y/o por cuestiones genéticas varias. Este tipo se da en etapas tempranas de la vida, normalmente, y solo representa entre el 5 y el 10% de todas las diabetes.

Por el contrario, la diabetes mellitus tipo 2, también conocida como "adquirida", es una enfermedad con diversos grados de intensidad. Esta ocurre porque las células comienzan a ser insensibles a la insulina o porque cada vez se genera menos de esta hormona. Esta es la más común y, dependiendo del grado, la administración de insulina o de otros tratamientos puede ser más o menos intensiva.

También existe un tercer tipo de diabetes mellitus conocida como gestacional, que es inducida por el embarazo. No se conoce una causa específica por la que ocurre, pero se cree que las hormonas del embarazo reducen la capacidad que tiene el cuerpo de utilizar y responder a la acción de la insulina. Esta es temporal y desaparece tras el parto.

¿Se puede prevenir la diabetes?

Por suerte, el 90-95% de los casos de diabetes se pueden prevenir. Hablamos, por supuesto, de la diabetes tipo 2. En primer lugar, la resistencia a insulina se puede mitiga una vez que ha aparecido, por lo que se puede recuperar, en parte, el metabolismo normal. Pero volviendo a la prevención, se ha comprobado que una alimentación sana y la reducción de azúcar y grasa ayuda a prevenir de forma efectiva la diabetes.

La obesidad y el sobrepeso están relacionados directamente con la incidencia de la enfermedad. Reducir estos dos condicionantes significa reducir la posibilidad de padecerla. Por tanto, una dieta equilibrada y una vida más activa ayudan de forma directa a no sufrirla.

La pérdida de peso mejora el metabolismo de la glucemia de forma perceptible, incluso con una pérdida pequeña. La dieta y el ejercicio, por tanto, son las herramientas más efectivas para prevenir la diabetes y combatir su evolución. En definitiva, la diabetes es de las pocas enfermedades a las que podemos achacarle un remedio tan sumamente simple, así que es mejor aprovecharnos de ello, ¿no?

Imágenes | Unsplash

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