Ahora que suben las temperaturas y los plátanos se ponen maduros antes en el frutero, es buen momento para probar recetas saludables en los que aprovecharlos, sobre todo si buscamos una dosis extra de energía y proteínas en nuestra alimentación diaria.
Este bizcocho es bien sencillo de preparar, no lleva gluten, ni lactosa ni azúcares añadidos, y admite, como nos gusta, aplicar modificaciones al gusto personal. De textura suave y tierna, con un sabor más o menos pronunciado a plátano según el punto de maduración de la fruta, es perfecto para cargar las pilas por la mañana, recuperar tras la práctica de ejercicio o como capricho dulzón pero nutritivo para tomar de vez en cuando.
Precalentar el horno a 160ºC con aire, o a 175ºC con calor arriba y abajo. Cortar los plátanos pesados ya pelados en trozos y machacar con un tenedor junto con los huevos, la mantequilla de cacahuete o almendra -o tahina- y la esencia de vainilla. Si estuvieran aún algo duros, triturar con batidora directamente.
Añadir el resto de ingredientes y mezclar con unas varillas hasta tener una masa homogénea. Verter en un molde de tipo plum cake cubierto con papel antiadherente de horno, de unos 20 cm de largo, y añadir semillas o frutos secos por encima.
Hornear durante unos 25-30 minutos, o hasta que al pinchar el centro con un palillo este salga limpio. Esperar un poco fuera del horno antes de desmoldar sobre una rejilla.
Con qué acompañar el bizcocho proteico de plátano
Este bizcocho rico en proteínas es un desayuno o merienda ideal para reponer energías o tomar algo dulce sin azúcares añadidos más allá de la fruta, muy nutritivo y saciante, pero sin ser pesado. Podemos tomarlo con un café, infusión o vaso de leche o bebida vegetal.
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