Los platos fríos con pescado o marisco como ingrediente principal nos recuerdan irremediablemente al ceviche peruano, y en verano apetecen más que nunca. Esta ensalada de pulpo refrescante bebe de esa inspiración, pero en una versión mucho más sencilla con ingredientes de andar por casa, muy rápida de preparar y sin tener que encender ni un fogón.
El ceviche auténtico tiene una base de leche de tigre, que no es más que el jugo que suelta el pescado blanco al macerarse con los cítricos. En este caso el pulpo ya cocido no puede generar tal caldo, pero el marinado con los zumos de limón y lima sí crea un fondo que da mucho sabor y resulta de lo más refrescante.
Pelar la cebolla y cortar en juliana o tiras finas. Colocar en un cuenco cubierto con agua muy fría y un poco de sal, y dejar como mínimo 15 minutos para que pierda un poco la fuerza. Escurrir bien antes de usar.
Enjuagar el pulpo cocido retirando los restos que pueda tener el envase del líquido de gobierno o los propios jugos del mismo, y secar bien. Limpiar un poco las patas de la piel que pueda tener sobrante, si nos resultara molesta. Cortar en rodajas de medio centímetro, aproximadamente.
Lavar las limas, el limón, el tomate, la guindilla y las hierbas elegidas. Exprimir el zumo de los cítricos en un cuenco. Cortar el tomate en cubos pequeños, sacando las semillas primero con una cucharilla. Cortar en tiras finas la guindilla, desechando las semillas. Picar el cilantro o perejil.
Mezclar el pulpo con todos los ingredientes, cebolla incluida, y salpimentar al gusto. Remover con suavidad, tapar y dejar reposar en la nevera como mínimo una hora. Si se deja más tiempo, remover de vez en cuando. Comprobar el punto de sal y servir con más hierbas frescas, si se desea.
Con qué acompañar la ensalada cítrica de pulpo
Este plato refrescante a base de pulpo cocido se adapta a cualquier menú de diario, sobre todo de cara a la temporada veraniega. Una buena idea es tenerlo marinando en la nevera desde por la mañana para no tener más que sacarlo a la hora del almuerzo o la cena. Al ser tan rico en proteínas resulta saciante sin ser pesado, y podemos tomarlo como plato principal o como entrante o pequeño aperitivo, en raciones más pequeñas.
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