Por norma general, solemos identificar el fast food o comida rápida con productos procesados de baja calidad nutricional: hamburguesas, pizzas, kebabs, patatas fritas... Pero no toda la comida que se prepara de forma rápida tiene por qué ser poco saludable. Le damos una vuelta al fast food para que lo conviertas en healthy food.
Solemos recurrir a la comida rápida cuando tenemos poco tiempo para cocinar: nos es mucho más sencillo acudir a alguno de los locales de fast food y escoger una de las opciones que nos ofrecen que ponernos delante de los fogones. Pero cocinar un plato sano no tiene por qué robarnos mucho tiempo, ni tiene por qué convertirse en un plato aburrido o soso. Os dejamos algunas ideas para ayudaros a cocinar y consumir fast food saludable.
La clave está en planificar: ¿no tienes tiempo para cocinar? Comienza por planificar las comidas que harás durante la semana, sobre todo las que tienes que hacer fuera de casa. Si a medio día comes en la oficina o en la universidad, utiliza el domingo para planificar tu menú semanal con platos sanos y variados. Saber de antemano lo que vas a comer cada día, comprar los ingredientes con antelación y también cocinar los platos antes (puedes hacerlo la noche anterior) te ayudará a mantener una alimentación sana y saludable también fuera del hogar.
Opta por recetas sanas, rápidas y sabrosas: la comida rápida no tiene por qué ser comida basura, y para demostrártelo te dejamos un enlace a este genial recetario de la dietista-nutricionista Laura Saavedra en la web Recetags. Hasta 30 recetas de diversos autores que son rápidas de preparar y ricas para comer: ensaladas, carnes, postres, pescados... Mi favorita son las verduras salteadas con mandarina y soja.
Haz que sea apetecible: quizás la ensalada sea la fast food saludable por excelencia. Rápida de preparar y de comer, no necesitas ni siquiera recalentarla en el microondas y sirve tanto para un plato principal como para una guarnición. Prepara tu comida con cariño y preséntala de forma que sea apetecible, como con las originales "ensaladas en bote": puedes dejarla lista la noche anterior y guardarla en la nevera hasta que salgas de casa. Ve añadiendo capas de los alimentos que quieras añadir hasta rellenar el bote. Lleva el aliño también preparado en una pequeña botellita y voilá! Comida saludable para degustar en cualquier sitio.
Mientras esperamos que lleguen cadenas de comida rápida saludable que ya se estilan en otros países, opta por preparar tu propio fast food saludable. ¿Cuáles son tus recetas rápidas y sanas favoritas?
Imagen | The Salad Jar
En Vitónica | Recetas saludables
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Usuario desactivado
Yo esto ya lo hago desde hace aproximadamente un mes, ya que me dí cuenta de que uno de los factores de riesgo para caer en la trampa de los malos hábitos alimentarios es la falta de tiempo y la nula organización. Yo hago lo siguiente:
1) El sábado aprovecho que tengo el mercadillo al lado de casa y compro la mayoría de la fruta y verdura que voy a gastar durante la semana, especialmente aquellos productos que están en oferta. Esta práctica además de suministrarme de comida sana por varios días, me supone un considerable ahorro. Por ejemplo, este sábado, dos melones 2 euros; persimon a 1 euro el kilo; uvas a un euro; banana marca Dole (la mejor) a 1,20; kiwis a 1,50 y ciruelas a 1 euro. Con eso prácticamente llené la nevera de fruta para toda la semana. Lo que hago es que voy gastando lo más maduro al principio.
2) Los martes, miércoles, jueves y sábado, que son los días que tengo más tiempo a mediodía, compro pescado. Me pillan al menos tres pescaderías cerca de casa, y a unas malas siempre tengo un Mercadona a 500 metros que me saca de muchos apuros. Sardinas, jureles, bacalaillas, pescada, dorada, lubina, mejillones,.... los consumo semanalmente. Compro la cantidad que voy a gastar en el día, normalmente medio kilo, si veo que está muy barato, compro un kilo, y o lo gasto también por la noche, o lo congelo.
3) Los días que tengo más trabajo me limito a comer de forma rápida, con una ensalada de canónigos, tomate y atún; con una macedonia de frutas; y siempre en el frigo tengo quesitos, pechuga de pavo o alguna lata de judías para salir al paso.
4) Por las noches siempre comida ligera tipo ensalada de frutas, algún pescado al vapor si lo tengo disponible, o ahora que llega la época de frío, una sopita con huevo duro o escalfado sobre el caldo y poco más
De todos modos, yo tengo ahora mismo prohibido entrar en restaurantes, bares, cafeterías, tiendas de comida rápida e incluso grandes superficies, a las que sólo puedo ir para comprar cosas que no sean de alimentación o como mucho los dos o tres productos que puedo comer como quesitos, pechuga de pavo y poco más.