Los copos de avena son uno de nuestros alimentos saludables preferidos para arrancar el día y también para recuperar energías a media tarde o tras un entrenamiento, y además nos da mucho juego a la hora de hacer recetas algo más de capricho. Si echas de menos las galletas en tu dieta habitual, esta versión más saludable puede ser un buen añadido para tomar de vez en cuando.
Nos gustó el aspecto y la descripción que hacía de ellas la autora original, Beatriz Moliz, quien la compara con las típicas digestive comerciales, que ya sabemos que de "digestivas" no tienen más que el nombre. No vamos a engañar a nadie, no son un equivalente de ese ultraprocesado industrial, empezando por el hecho de que no son tan dulces ni tienen harina de trigo o tanta grasa, pero para ser una variante más sana y nutritiva, nos han gustado mucho.
Hemos usado los copos de avena directamente sin triturar, ya que son de formato fino y queríamos una textura más rústica, menos procesada a la hora de masticar. El edulcorante es opcional, y el aroma puede ir al gusto según nos apetezca: canela molida, ralladura de naranja, jengibre, vainilla, cardamomo, etc. Recomendamos no hacerlas muy finas pero tampoco muy gruesas, para que queden ligeramente crujientes y con el interior más tierno.
Precalentar el horno a 180 ºC con calor arriba y abajo, y preparar una bandeja con papel antiadherente. Mezclar todos los ingredientes salvo la bebida vegetal en un recipiente. Echar este líquido poco a poco, mezclando, añadiendo más si la masa lo pide, hasta que quede una textura maleable, algo húmeda pero no pegajosa.
Extender entre dos hojas de papel antiadherente y estirar bien con un rodillo, dejando un grosor de unos 4-6 mm. Cortar con un cortapastas del tamaño deseado, o un aso de borde fino, y distribuir en la bandeja, ligeramente separadas.
Hornear durante unos 12-15 minutos o hasta que estén ligeramente doradas. Esperar a que se enfríen un poco antes de llevar a una rejilla para que terminen de enfriarse. Guardar en un recipiente hermético.
Con qué acompañar las galletas de avena veganas
Con el café del desayuno o sobremesa, infusión o té, o un caso de bebida vegetal, estas galletas son un bocado nutritivo rico en fibra con el que dar variedad a nuestras comidas habituales, también estupendas para llevar y evitar picoteos menos recomendables en el trabajo o de viaje.
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