Los populares garbanzos son una de nuestras legumbres favoritas para preparar platos saludables muy completos en pocos minutos, pues además es de las más agradecidas si recurrimos al formato cocido en tarro. Si quieres variar las ensaladas y también los potajes o guisos de cuchara, prueba esta receta de garbanzos con una textura crujiente que se completa con maíz salteado y huevo cocinado a la plancha, para cargarnos bien de proteínas.
Usando además mazorcas de maíz ya cocidas, que suelen vender al natural vasadas al vacío, ahorramos aún más tiempo si vamos apurados, y aguantan mucho tiempo en la despensa. Aunque en formato harina se considere un cereal, el maíz fresco es una hortaliza muy rica en fibra, vitaminas y minerales, y salteado con un toque picante adquiere un sabor delicioso, nada que ver con las latas típicas de ensalada. En la receta original lo coronan con huevos fritos con puntilla, pero nosotros los hemos cocinado a la plancha sobre agua, dejando la yema muy, muy melosa. Puedes también hacerlos escalfados, o cocidos a tu gusto.
Picar la cebolla finamente y también el chile, si se usa fresco. Opcionalmente se puede usar un poco de chile chipotle en adobo, en copos o en pasta concentrada, al gusto. Cortar los granos de las mazorcas con un cuchillo grande afilado; es la forma más fácil de extraerlos, aunque salgan en bloques que luego se separarán en la sartén.
Calentar un poco de aceite en una sartén amplia y pochar ambos durante unos 5 minutos, a fuego medio. Agregar el maíz, salpimentar y remover para separar los granos. Saltear el conjunto durante unos 5 minutos más y retirar todo a un plato.
Escurrir los garbanzos de su líquido de cocción, que podemos guardar para aprovechar como aquafaba si son en conserva. Podemos tomarnos la molestia de pelarlos, si nos molesta encontrar trocitos de piel. Calentar dos nuevas cucharadas de aceite en la misma sartén y saltear la legumbre a fuego medio-fuerte para que vaya cogiendo color.
Bajar un poco la potencia y machacar una parte de garbanzos con un tenedor grande o espátula dura, dejándolos como un picadillo grueso irregular, sin romperlos todos. Cocinar sin remover 6-8 minutos más para que se vuelan crujientes.
Añadir los ajos pelados muy picados o rallados, salpimentar y saltear unos minutos más. Repartir en platos añadir encima el maíz reservado. Terminar cocinando los huevos al gusto -en nuestro caso, sobre una cama de agua hirviendo apenas un par de minutos- y coronar con hierbas picadas al gusto.
Con qué acompañar los garbanzos crujientes
Concebido como plato bien completo, esta receta de garbanzos con maíz y huevo puede acompañarse si acaso con una ensalada ligera o simple tomate aliñado al gusto a un lado, o una crema de verduras si nos apetece algo reconfortante. Para el postre nada mejor que fruta de temporada sola o con yogur, como mango, mandarinas o granada.
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