Los auténticos gofres al estilo belga o en su versión anglosajona son una tentación para caprichos muy ocasionales, pero el molde resulta muy práctico para preparar versiones más saludables. Tenía ganas de versionar con esta receta de gofres fitness de chocolate, manzana y avena la que compartió la repostera Esther Sánchez hace tiempo, y ya la he repetido varias veces.
Con una gofrera corriente pueden salir unas 6 raciones más pequeñas, aunque yo utilizo un molde de silicona con cavidades más grandes y preparo cuatro unidades cada vez. Congelan muy bien y se pueden recalentar directamente en la tostadora, por lo que merece la pena duplicar cantidades y tener reservas para un desayuno rápido sin complicaciones.
Batir con unas varillas el huevo y las claras, añadir la mantequilla de cacahuete -o de otro fruto seco-, la manzana cocida o asada sin azúcar y la leche de soja y batir un poco más.
Añadir el resto de ingredientes, tamizando si queremos la harina de avena y el cacao con la levadura para evitar grumos, y batir bien hasta tener una masa homogénea. Si estuviera demasiado líquida, añadir un poco más de harina de avena. Debe quedar con consistencia de papilla pero no demasiado espesa.
Tapar y dejar reposar 20 minutos, o más tiempo en la nevera. Si hace mucho calor, siempre refrigerado. Yo utilizo una jarra para preparar la masa, es más práctico para luego echarla en los moldes. También se puede emplear el vaso de una batidora tipo turmix.
Si usamos molde para horno, precalentarlo a 200ºC con calor arriba y abajo. Remover la masa pasado el tiempo de reposo y llenar los moldes casi hasta arriba. Hornear durante unos 20 minutos o hasta que al pincharlos con un palillo salga limpio.
También se pueden preparar en una gofrera normal tipo eléctrica, siguiendo las instrucciones concretas del fabricante. Si se van a congelar, esperar a que se enfríen y envolver muy bien de forma individual.
Con qué acompañar los gofres fitness de chocolate
A mí me gusta preparar una ligera salsa de chocolate para estos gofres fitness calentando unas cucharadas de leche o de agua con cacao en polvo y una pizca de vainilla, hasta que espesa un poco. También están muy ricos servidos con yogur griego, coco rallado, puré de manzana o fruta fresca.