Hay mucha polémica sobre si un producto vegetal puede comercializarse con nombres de elaborados cárnicos, pero luego nadie critica que se sirva como hamburguesa de pollo una simple pechuga a la plancha dentro de un panecillo. Así que hoy vamos a preparar hamburguesas de verdad, totalmente caseras y en versión saludable.
Es una receta muy simplificada que todo el mundo puede hacer en casa, sin recurrir a carne picada envasada -que no suele ser recomendable- y preparándolas al horno. La idea es que entren en lo que se considera "fit", las servimos envueltas en hojas de lechuga, pero por supuesto que se pueden convertir en una hamburguesa más auténtica con buen pan e ingredientes de calidad.
La carne cruda de pollo es muy contaminante, así que conviene trabajar en una tabla limpia específica para manipularla, y con un cuchillo también limpio que no reusaremos para nada más antes de limpiarlo con jabón lavavajillas.
Precalentar el horno a 180º C y preparar una bandeja grande. Sacar el pollo de la nevera y abrir el envase unos minutos para que pierda el frío. Secar con papel de cocina y retirar posibles restos de grasa, hueso o plumas.
Cortar en tiras con un buen cuchillo afilado y después picar en piezas más o menos pequeñas, según queramos la hamburguesa con más o menos textura. También se puede usar una picadora adecuada para carne, si tenemos una.
Trabajar cada pechuga por separado y colocar en un recipiente limpio. Salpimentar y añadir la mostaza, el yogur, el tomate, un chorrito de limón, perejil lavado y especias molidas al gusto (pimentón dulce o picante, comino, ajo, tomillo, orégano...).
Con las manos humedecidas, o usando un aro de emplatar y una cuchara, o un molde de hamburguesas, dividir en unas seis porciones y formar los medallones, compactándolos, dejándolos con cierto grosor pero sin exceso. Ir colocándolos en la bandeja.
Hornear durante unos 20 minutos, hasta que estén doradas. No pueden quedarse crudas por dentro. Voltearlas hacia el final para que se hagan de forma homogénea. Podemos también terminarlas a la plancha o parrilla para que cojan mejor sabor. Servir con hojas de cogollo o de lechuga o con lo que nos guste.
Con qué acompañar las hamburguesas
Como decía al principio, estas hamburguesas fit de pollo también pueden servirse con la parafernalia más habitual, usando panecillos y añadiendo algo de queso o un poco de salsa. Recomiendo probar con molletes artesanales o panecillos de calidad integrales, y usar guacamole casero o simple aguacate machado con algo de limón, o salsa de yogur. Unos aros de cebolla morada cruda o caramelizada en casa en sus propios jugos también son buenas combinaciones.
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