Rapidísimos de preparar y aptos tanto para el horno como para la freidora de aire, estos bollitos o panecillos son un bocado muy versátil y nutritivo perfecto para tomar a cualquier hora del día, acompañando lo que nos apetezca o necesitemos según nuestras necesidades. Y si utilizamos harina de avena o copos triturados en casa certificados como tal, pueden ser una alternativa sin gluten.
La masa es rápida de elaborar, y podemos usar tanto una clara grande de las que a veces sobran como una de esas botellas con claras pasteurizadas que muchas veces tenemos abierta en la nevera. Otra opción es usar un huevo entero mediano o pequeño, y añadir si hiciera falta algo más de harina de avena.
Recomendamos usar yogur griego auténtico (sin nata ni almidores) de un 5% de grasa, o que no sea desnatado, o en su defecto emplear skyr o yogur natural espeso y muy bien escurrido. Los productos desnatados y el queso fresco batido suele llevar mucho suero o agua, y estropearía la textura. Buscamos un bocado rico en proteínas y que sea saciante.
Precalentar el horno a 180ºC con aire si se hacen al horno. Disponer en un recipiente la harina de avena mezclada con unas varillas o tenedor con la levadura química (impulsor) y una pizca de sal.
Añadir el yogur sin líquido y la clara o el huevo entero batido ligeramente aparte. Mezclar hasta tener una masa homogénea, algo húmeda y espesa, no será amasable con las manos como si fuera pan normal.
Con una cuchara grande, dividir la masa en cuatro o cinco porciones separadas, formando montoncitos. Con las manos o una cuchara más pequeña humedecida, dar forma redondeada. Si se hacen más gruesos saldrán más redondos, hay que procurar no dejarlos muy planos.
Cubrir con semillas al gusto y hornear durante unos 18-20 minutos, o hasta que estén tostados. Si se hacen en freidora de aire, cocinar durante unos 15 minutos a 140º C, aproximadamente. Dejar enfriar sobre una rejilla antes de cortar.
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Con qué acompañar los panecillos de avena y yogur
Como un panecillo corriente genérico, estos exprés de avena y yogur se pueden tomar solos, acompañando una comida con salsa o o guiso, o cremas y sopas tanto frías como calientes, o cortados por la mitad para untar y rellenar. Al ser de sabor neutro admiten rellenos más dulzones, como fruta fresca o una compota casera sin azúcar, o salados, con algún queso fresco o tierno, medallones o hamburguesas vegetales caseras, aguacate, mantequilla de cacahuete natural, aceite de oliva y tomate, etc. Quedan especialmente ricos si se abren y se tuestan a la plancha en la cara interior.
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