Los sándwiches y bocadillos siempre apetecen y solucionan muchos desayunos, almuerzos, meriendas y cenas fácilmente, dentro o fuera de casa. Pero si no quieres abusar del pan corriente de trigo, o buscas una variedad más nutritiva y con menos hidratos, estos panecillos de avena y requesón pueden ser la receta que estás buscando.
Al cocinarse en el horno, quedan más sabrosos y con mejor textura que las variantes de microondas, aunque requieran un pelín más de tiempo. Hemos adaptado esta receta para prepararlos, y su autora asegura que también se pueden hacer en una freidora de aire sin aceite. Recomendamos utilizar levadura química en polvo en lugar de bicarbonato, porque este último deja un sabor peculiar que no es del agrado de todo el muno.
Precalentar el horno a 175ºC con calor arriba y abajo. Preparar una bandeja con papel sulfurizado antiadherente.
Disponer en un recipiente la harina de avena y mezclar con la pizca de sal y la levadura en polvo. Añadir el requesón y mezclar todo bien con una espátula o con unas varillas eléctricas, hasta tener una textura como de migas.
Amasar a mano compactando la masa; debe quedar cohesionada y solo ligeramente húmeda, no pegajosa. Si está muy, muy seca, añadir un chorrito de leche o de agua.
Dividir en cuatro porciones iguales, bolear y colocar en la bandeja. Aplanar ligeramente para formar discos gruesos, pintar con la clara de huevo batida y cubrir con semillas al gusto.
Hornear en la rejilla superior durante unos 20-25 minutos, hasta que estén bien dorados. Dejar enfriar sobre una rejilla por completo antes de servir. Se pueden guardar en un recipiente hermético, en la nevera, hasta tres días, o congelar.
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Con qué acompañar los panecillos de avena y requesón
Se pueden comer tal cual para acompañar cualquier comida, especialmente recomendables con sopas, cremas y guisos, pero estos panecillos son también perfectos para abrir por la mitad con un cuchillo de sierra y rellenar de lo que más nos apetezca. La miga es tierna pero compacta, aguantando bien casi de todo, y quedan estupendos si se tuestan ligeramente.
Pruébalos con aguacate y un queso fresco tierno, huevo cocido y atún, pechuga de pollo asada o a la plancha con ensalada, revuelto de tofu, hummus, filetes de seitán, etc.
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