Es temporada de sopas, cremas, guisos y demás platos de cuchara. En realidad en mi casa se toman todo el año, pero sin duda ahora apetecen más que nunca. Y si encima nos ha tocado el típico resfriado lo mejor que podemos hacer es alimentarnos bien; una sopa de pollo y verduras con fideos de arroz sienta de maravilla y es muy fácil de preparar.
Además es un fondo de nevera estupendo, pues podemos dar salida a sobras de pollo o aprovechar verduras que se hayan quedado por la nevera. Los fideos de arroz me gustan para este tipo de sopas porque me parecen más suaves al estómago, además no tienen gluten y así son aptos para celíacos. Y otra gran ventaja que tienen es que se cocinan rapidísimo.
Si ya tenemos el pollo cocinado de otra preparación, ahorraremos aún más tiempo. En caso contrario, podemos dorarlo primero en la sartén o cazuela con un poco de aceite, a fuego fuerte y ligeramente salpimentado, para que coja mejor sabor. O simplemente podemos cocerlo junto con la sopa.
Lavar bien todas las verduras. Picar la cebolleta y el apio finos, y cortar el resto en bastones delgados, o cubos, si lo preferimos. La idea es que sean piezas pequeñas para tomarlo todo con cuchara sin problemas.
Calentar un poco de aceite en la olla o cazuela y pochar a fuego suave la cebolleta con el apio y una pizca de sal. Añadir el resto de vegetales, ajo granulado, pimienta negra y saltear unos minutos a fuego medio, para que cojan buen color. Echar 3/4 del caldo, llevar a ebullición, bajar al mínimo y cocer tapado unos 10 minutos.
Añadir el pollo desmenuzado en piezas de un bocado y continuar la cocción hasta que esté totalmente cocido. Finalmente incorporar los fideos y más caldo, remover bien y cocer según el tiempo indicado por el fabricante.
Corregir de sal y añadir la albahaca o perejil, y un chorrito de zumo de limón o lima si nos gusta -imprescindible en mi casa-.
Con qué acompañar la sopa de pollo y verduras
En realidad esta sopa de pollo y verduras con fideos de arroz no necesita mucho acompañamiento, salvo que queramos añadir alguna guarnición crujiente para tomar en el momento, como algunos picatostes de pan -me gusta tostar rebanadas de hogaza de masa madre con centeno, unas semillas o incluso huevo cocido.
Es un plato muy completo y reconfortante. Si nos gusta, podemos añadir también jengibre fresco a las verduras o servir con copos de chile picantes.
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