Correr es uno de los deportes más exigentes y duros a nivel muscular y articular. Después de un buen entrenamiento de carrera hay algunos trucos para recuperar antes y mejor, sobre todo si el entrenamiento ha sido intenso o de larga duración. Solo necesitarás unos minutos después de cada entrenamiento.
Un primer aspecto importante a la hora correr es no parar en seco el entrenamiento e irnos a la ducha. Al igual que el calentamiento nos ayuda a entrar en esfuerzo de manera progresiva y sin riesgos de lesión, una correcta y progresiva vuelta a la calma nos ayudará a que muchos de los desechos del catabolismo se comiencen a retirar antes y también nuestras fibras musculares empiecen a reponerse con antelación.
Dentro de la vuelta a la calma podemos introducir los estiramientos para recuperar. No se trata de hacer estiramientos con la intención de mejorar la amplitud de movimiento, sino hacer estiramientos de intensidad media durante 15-20 segundos para descargar tensión de los músculos, que después de un buen rato contrayéndose tienden a quedarse algo contracturados. Esto a posteriori también nos ayuda a que el flujo sanguíneo llegue a todas las células musculares sin problema.
El frío también es una buena medida de recuperación para nuestras piernas, ya que es un antiinflamatorio natural e impedirá que aquellos músculos o zonas más solicitadas durante la carrera sufran excesiva inflamación y por tanto tengamos molestias tras la carrera. Un baño frío o sumergir las piernas en agua fría durante 5-10 minutos ayuda a reducir la inflamación muscular y las molestias.
El calor, solo o combinado con el frío en baños de contraste también nos ayudará a recuperar al aumentar el flujo sanguíneo a nivel muscular. Esto hace que lleguen más nutrientes a las células y los procesos de regeneración se aceleren. Normalmente se suele aplicar frío justo al acabar el entrenamiento y al calor o los baños de contraste se realizan a las pocas horas. Aunque esto depende de cada corredor y su adaptación a cada una de las medidas.
- Los masajes son otro método de mejorar la recuperación post-esfuerzo, pero hay que saber realizarlos. Lo ideal es que un profesional nos dé el masaje, pero si no hay otra opción podemos realizarnos un automasaje, siempre haciéndolo en sentido al corazón. En el caso de las piernas sería amasar o friccionar los músculos de abajo hacia arriba, aplicando algún aceite para facilitar el proceso. Los masajes ayudan al retorno venoso y a estimular los procesos de recuperación.
Imagen | Pixabay