La vitamina B12 también conocida como cianocobalamina, pertenece a la familia de compuestos de cobalamina.
Pese a la creencia generalizada de que son los animales los que la producen su biosíntesis se limita a unas pocas bacterias y arqueas y como tal, su producción depende de la fermentación microbiana. Estas bacterias son obtenidas por los animales a través del consumo de alimentos expuestos a las mismas (en el suelo o agua generalmente).
Por otra parte, los humanos deben obtenerla a través del consumo de alimentos de origen animal que la contengan o bien a través de suplementación. No debemos olvidar que salvo en el caso de la ganadería ecológica, el resto de animales obtienen su dosis por suplementación, a través de inyecciones, o en piensos, por lo que tomar suplementación no es “menos natural”. En la mayoría de los casos, solo elimina el intermediario.
En este artículo hablaremos de las funciones que cumple la vitamina B12 en nuestro cuerpo y cómo diagnosticar una deficiencia de la misma.
¿Qué hace la vitamina B12 en nuestro cuerpo?
La vitamina B12 está involucrada en varias vías metabólicas como el ciclo de Krebs (la vía fundamental para obtener energía), la síntesis de aminoácidos y ADN y la metilación de histonas, es decir, que actúa como reguladora de los genes.
Además, la B12 es esencial para el crecimiento celular de un sistema nervioso saludable y para mantener correctos niveles de homocisteína plasmática evitando así posibles trastornos neurológicos y problemas cardiovasculares, que incluyen anemia perniciosa y enfermedad hematológica.
¿Cuál es la mejor manera de diagnosticar una deficiencia de vitamina B12?
Salvo que seas vegetariano o vegano, las causas más probables de deficiencia de vitamina B12 suelen venir derivadas por malas digestiones o un problema de malabsorción específico de esta vitamina.
Cuando se padecen síntomas asociados al déficit de esta vitamina (somnolencia, hormigueo en extremidades, entumecimiento, deterioro cognitivo, visión borrosa) y se está tratando de diagnosticar el déficit, suele determinarse la cantidad de B12 en suero, donde los valores normales oscilan entre los 150 y 900 pg/ ml. Esta prueba suele realizarse por ser muy accesible, rápida y barata, pero cuenta con importantes limitaciones a la hora de establecer el grado de deficiencia real, sobre todo cuando los valores permanecen cerca del extremo inferior del rango.
Además, varias circunstancias pueden afectar al resultado de la prueba, incluyendo falsos positivos (déficit de folato, embarazo, mieloma múltiple o un consumo excesivo de vitamina C) y falsos negativos (hepatopatías, enfermedades autoinmunes o diferentes síndromes mieloproliferativos).
De esta manera tenemos a nuestra disposición otras alternativas más específicas pero más caras e inaccesibles: la cuantificación de ácido metilmalónico y de homocisteína. Tanto el ácido metilmalónico como la homocisteína se elevan en la deficiencia de B12 como productos acumulados por la carencia de la misma que actúa como coenzima, necesaria para el paso de metilmalonil-CoA a succinil-CoA y de homocisteína a metionina, respectivamente. Valores normales de ácido metilmalónico y homocisteína excluyen virtualmente la deficiencia. El ácido metilmalónico es más específico que la homocisteína, que puede aumentar en muchas otras situaciones.
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