El cáncer es uno de los problemas de salud pública más importantes del mundo. Solo en España fallecieron casi 110.000 personas en 2021 por este grupo de enfermedades.
El cáncer es un grupo de enfermedades que, desgraciadamente, tiene un parte genética en el que una persona, solo por sus genes, tiene más o menos probabilidades de padecerlo. Por otro lado, una gran parte de la incidencia de cáncer tiene que ver con nuestros hábitos. Entre ellos, la alimentación.
Son muchas las investigaciones que se han realizado para observar la relación que hay entre distintas sustancias de los alimentos y las células cancerosas y entre distintos alimentos y la incidencia de cáncer en distintos grupos de población.
Entre los distintos tipos de alimentos en los que se han detectado una relación directa entre su consumo y la incidencia de cáncer se encuentran los siguientes.
Alcohol
El alcohol es una de las drogas que se encuentran bajo el amparo de la normalidad social. A pesar de ello, no quita que sea una de las sustancias que más personas mata en el mundo. Mucho más que el resto de las drogas ilegales juntas.
Además de matar de manera directa, lo hace de forma indirecta porque aumenta las probabilidades de padecer trastornos o enfermedades como, en este caso, el cáncer.
Según este estudio, consumir 4 unidades de alcohol al día (una copa de vino, un quinto, etc.) se asocia significativamente con un aumento del riesgo de aproximadamente cinco veces de cáncer oral y faríngeo y carcinoma de células escamosas de esófago, 2,5 veces de cáncer de laringe, 50% de cáncer colorrectal y de mama, y 30% para el cáncer de páncreas.
De hecho, incluso dosis tan bajas como menos de una unidad de alcohol al día, el riesgo también aumenta en aproximadamente un 20 % para el cáncer oral y faríngeo y en un 30 % para el carcinoma de células escamosas del esófago.
Comida procesada
Los alimentos ultraprocesados son, sin duda, el grupo de alimentos que más se relaciona con la incidencia de muchas enfermedades y trastornos como la obesidad, diabetes tipo 2, cáncer, etc.
Esto se debe a que un consumo elevado de estos alimentos, que son bajos en vitaminas, minerales, fibra y alto en sustancias que generan un aumento de la inflamación crónica de bajo grado, provoca que el cuerpo no pueda recuperarse de todo el estrés que sufren las células.
Si hubiese una prueba con la que poder biopsiar todo nuestro cuerpo, seguramente encontraríamos algunas células cancerosas, pero es muy difícil que nuestro sistema inmune no las elimine, aunque existe un pero. Si a nuestro organismo le damos alimentos que generan una inflamación crónica, será más probable que estas células proliferen.
Un estudio prospectivo observó que un aumento del 10% en la ingesta de alimentos ultraprocesados en la dieta se asoció con un aumento significativo de más del 10% en los riesgos de cáncer general y de mama.
Carne procesada
Relacionar la carne roja y procesada con un aumento en la incidencia de cáncer ha sido muy controvertido desde hace muchos años. A pesar de la controversia, los datos no engañan.
Cuando se procesa la carne o se cocina a altas temperaturas se generan sustancias que aumentan las probabilidades de padecer cáncer como lo son las aminas heterocíclicas o hidrocarburos policíclicos.
De hecho, el estudio PREDIMED (PREvención con DIeta MEDiterránea), un ensayo clínico nutricional con una muestra de 7.447 participantes, mostró que aquellas personas que consumían bajas cantidades de carne procesada tenían menor riesgo de cáncer colorrectal. Además, la IARC (Agencia Internacional para la investigación del Cáncer) también señala la carne procesada como probablemente cancerígena.
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