Con la llegada del verano quien más y quien menos se decanta por ir a la playa en algún momento. Este es uno de los actos preferidos por la gran mayoría de nosotros , pero es necesario que tengamos presente que el acto de ir a la playa conlleva una serie de riesgos para el cuerpo, como el exceso de exposición solar, la pérdida excesiva de líquidos en muchos casos, el cansancio y desgaste que producen las actividades acuáticas… Por ello es importante que tengamos presente el tipo de alimentos que serán más adecuados para ingerir cuando vamos a la playa.
Como ya sabemos, el exceso de calor hace que nuestro cuerpo aumente su temperatura y con ello la sudoración. Este hecho hace que sea necesario un mayor consumo de líquidos. En la playa esto se agrava, ya que la gran parte de nuestra piel está expuesta a los rayos de sol, por lo que además de la protección externa es importante que nos protejamos desde dentro. La alimentación jugará un papel muy importante en estos aspectos.
Comer bien antes de ir a la playa
En primer lugar, es necesario que antes de irnos a la playa realicemos una comida cargada de energía. Puede ser un desayuno rico en cereales integrales que nos ayudará a mantener cargadas las pilas durante todo la jornada, pues la energía la necesitaremos para poder realizar las diferentes actividades que llevamos a cabo en la playa, como la natación, los largos paseos o simplemente aguantar las largas horas debajo del sol.
Llevar abundantes líquidos
Llevar con nosotros abundantes líquidos es esencial para combatir el calor y la pérdida de los mismos a través del sudor. No es nada recomendable que recurramos a las bebidas alcohólicas, ya que éstas aumentarán la deshidratación corporal ya de por sí elevada por el sol. Las bebidas más recomendadas son las isotónicas o los zumos, además de por supuesto el agua, ya que nos ayudarán a reponer sales minerales perdidas a través del sudor y mantener los niveles de electrolitos del cuerpo en perfecto estado.
El tipo de alimentos
Entre la comida que debemos elegir a la hora de irnos a la playa hay que tener en cuenta que debe ser ligera y seguir esta máxima de ayudarnos a mantener los niveles de hidratación corporal en unos valores óptimos. La fruta y las verduras son una muy buena opción, sobre todo por los líquidos que nos aportan y por la cantidad de antioxidantes necesarios para que las células de nuestra piel se mantengan protegidas durante el tiempo que dure la exposición al sol.
La sandía es una fruta muy buena para llevar a la playa, ya que nos aporta líquidos y grandes dosis de betacarotenos beneficiosos para la piel. Además, podemos echar manos de otras verduras como el tomate o las zanahorias, así como cualquier verdura de hoja verde. Preparar ensaladas frescas acompañadas de estos alimentos, así como atún o huevo cocido, fáciles de digerir y ricos en proteínas. Este será el plato estrella este verano cuando acudamos a la playa.
Eso sí, no hay que olvidar que a pesar de seguir una buena hidratación y elegir los alimentos más adecuados para mantener nuestra piel en perfecto estado, es necesario que no nos sobrepasemos con al exposición al sol, sobre todo en las horas centrales del día, ya que saber elegir bien los alimentos es esencial, pero no es la clave a la hora de mantener nuestra piel cuidada, pues ante todo hay que poner de nuestra parte para no dejar que el sol nos haga daño.
Imagen | persocomholic
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