Como caballo de Troya, cada vez que volvemos del supermercado metemos en casa a un asesino silencioso. Más de la mitad de la compra, e incluso en algunos casos hablamos de tres cuartos de la compra, está formada por productos que no existían hace algunas décadas. Las nuevas actualizaciones de la Revista Americana de Medicina alerta de los peligros de los alimentos ultraprocesados, a los que llaman "asesinos silenciosos".
¿Nos están matando poco a poco los ultraprocesados?
Los alimentos ultraprocesados han sido señalados, con evidencia científica sólida, como los causantes principales de la obesidad. Este tipo de productos que consumimos diariamente en forma de salsas, comidas preparadas, bollería o una cena rápida en el mircoondas están ganando la batalla a la salud global.
La industria alimentaria tiene tantos intereses que incluso supera en muchos casos a las políticas públicas que son reticentes a hacerles frente. Una muestra de ello es la medida que llega años tarde, y que todavía estar por ver cómo se hace, de alejarnos de las bebidas energéticas, especialmente a los niños y adolescentes.
Si tienes la suerte de tener bisabuelos, pregúntales qué comían ellos cuando eran niños. ¿Oreo, Donuts, Kellog's, McDonald's? De pequeños comían alimentos naturales, que lastimosamente en algunos casos era simplemente pan y agua. Sin entran en ese detalle, sus alimentos eran naturales y de cercanía.
¿Un perrito con Cocacola? Nada de eso, ellos comían carne de animales que pastaban libremente, en algunos casos criados por ellos mismos. La idea no es volver a esa etapa, ni mucho menos, pero sí ser conscientes que entre el 60% - 70% de los alimentos que comemos hoy en día son perjudiciales para la salud humana.
Las actualizaciones recién publicadas la prestigiosa The American Journal of Medicine expresan la necesidad imperiosa de elegir alimentos mínimamente procesados en lugar de ultraprocesados. Muchas son las razones por las que hablan de ultraprocesados como "asesinos silenciosos", aunque cada vez hacen más ruido.
Muchas calorías y pocas vitaminas y minerales
Hace un tiempo se viralizó una palmera de chocolate que tenía unas 2.300 calorías, lo que una persona adulta necesita para todo el día. Este tipo de alimentos puede ser ingeridos rápidamente en una merienda, por lo que estamos sumando un gran excedente de calorías, que además no va acompañado de nutrientes saludables.
Aditivos y grasas de laboratorio: ¿una droga?
Los alimentos ultraprocesados no se cultivan ni caen de un árbol, al menos no en su totalidad. Estos alimentos son fabricados con una mezcla de aditivos y compuestos que aumentan su palatabilidad. Ese placer que nuestro cerebro obtiene al comerlos es conocido por la industria y su objetivo es que ese placer sea cada vez mayor sin importar los efectos de los ingredientes en nuestra salud.
Si hablamos de placer, adicción y necesidad por comer algo, ¿se podría hablar de una droga? Se ha comprobado que estos alimentos activan zonas cerebrales relacionadas con el bienestar y la recompensa. Eso es lo que hace que, aunque sabemos que no debemos comerlos, necesitemos hacerlo.
Cambio total de microbioma
El conjunto de bacterias que tenemos a lo largo de todos nuestros órganos, como la conocida microbiota intestinal, ha tomado cada vez más importancia en el control de enfermedades de todo tipo. El aumento del consumo de ultraprocesados ha variado totalmente la variabilidad de bacterias intestinal, con el consecuente efecto para la salud a todos los niveles.
El tabaco se sabía que era malo varias décadas antes de tomar medidas
La ciencia ha mostrado durante muchos años de forma aplastante que los ultraprocesados son enormemente dañinos para la salud, no es nada nuevo. Los autores del estudio citado anteriormente asimilan lo que ocurría con el tabaco con lo que pasa ahora con los ultraprocesados.
El tabaco estaba permitido en hospitales, locales cerrados, se publicitaba en televisión y en soportes como los coches de Fórmula 1. Se sabía claramente que el tabaco era nefasto para la salud, pero hasta décadas más tarde no comenzaron a tomarse medidas eficaces para reducir su consumo.
Los ultraprocesados siguen el mismo camino con algunas medidas que poco sirven para frenar el consumo. Un ejemplo de ello es el Nutriscore que conseguía justo lo contrario con su complejo sistema de puntuación para discernir qué alimentos eran sanos y cuáles no. Curiosamente algunos ultraprocesados eran más saludables que el aceite de oliva virgen extra.
Sherling, uno de los autores del estudio explica que las compañías tabacaleras tenían tanto poder que no se podían tomar medidas drásticas contra ellas. Las empresas multinacionales que producen ultraprocesados se pueden asimilar a las tabacaleras en el siglo pasado. ¿Tendremos que esperar un siglo a que esto cambie?
Referencias
Sherling, D. H., Hennekens, C. H., & Ferris, A. H. (2024). Newest Updates to Health Providers on the Hazards of Ultra-Processed Foods and Proposed Solutions. The American journal of medicine, 137(5), 395–398. https://doi.org/10.1016/j.amjmed.2024.02.001
En Vitónica | El consumo de ultraprocesados ocupa la mayor parte de la dieta en niños y adolescentes, según una reciente investigación
Imágenes | Gustavo Fring (Pexels), Nirmal Rajendharkumar (Pexels), Martijn Baudoin (Unsplash)
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