Algo que muchos trabajadores y estudiantes hemos notado durante estos días de cuarentena es que nuestros niveles de atención se han visto afectados y nos cuesta más que antes hacer las mismas cosas. Esto se debe, en parte, al aumento de nuestros niveles de ansiedad y de estrés.
Entre otras cosas, el estrés interrumpe la manera en la que usamos nuestra memoria. Además de esto, la ansiedad puede provocar que tengamos cierta tendencia a enfocarnos y prestarle atención únicamente a los eventos negativos que suceden a nuestro alrededor, lo que dificulta la concentración. Tanto el estrés como la ansiedad están relacionadas con problemas en la memoria de trabajo. En definitiva, no es raro que nos encontremos así.
Por suerte, hay algunas cosas que podemos hacer para ayudar a nuestra memoria y concentración durante estos días y seguir intentando rendir tanto en el trabajo como en los estudios:
Escuhar música de Beethoven
Una investigación reciente, publicada el marzo pasado, encuentra que, efectivamente, escuchar a música clásica de Beethoven o Chopen puede ayudar a rendir mejor. La idea es escuchar la música mientras hacemos la tarea que nos interesa - ya sea leer, estudiar, trabajar o buscar información - y también por la noche. Esto ayudaría a que la información que hemos obtenido mientras recibíamos un estímulo - en este caso la música - se vea reforzada al recibir este mismo estímulo más tarde.
Por si nos interesa probar, las canciones exactas que usaron fueron la Sonata para Piano nº1 de Claro de Luna de Beethoven, el primero movimiento del Concierto para Violín de la Primavera de Vivaldi y la Nocturna en mi bemol mayor op. 9 no. 2 de Chopin.
Practicar actividades relajantes y rutinarias
Tejer, realizar puzzles, escribir, bordar, resolver sudokus o colorear son actividades que pueden ayudarnos a concentrarnos y a relajarnos. Este tipo de actividades nos ayudan a centrar la mente dado que son actividades rutinarias, repetitivas y sencillas. Optimizan la memoria, la motricidad y la concentración. Perfectas para estos días.
Generar un ambiente adecuado
Igual que para dormir, para aumentar la concentración puede ayudar enormemente asegurarnos de hacerlo en un ambiente que lo facilite. Para algunas personas el ruido blanco puede ser de gran ayuda, otras quizás necesiten auriculares de cancelación de ruido, los ambientes pocos ruidosos suelen ser lo más adecuados. Controlar la temperatura - entre 20 y 23 grados suele ser adecuado - y la cantidad de luz también puede ser de ayuda.
Tener una rutina estable
Mantener una rutina estable cada día, ayudará a que poco a poco nuestra capacidad de concentración vaya viéndose mejorada. Intentar tener unos horarios estables todos los días, planificar todo bien, y tener una buena organización puede ser también de gran ayuda.
Empezar por las tareas pequeñas
En estos momentos en los que tenemos más dificultades de las habituales, es importante que seamos benevolentes con nosotros mismos y nos lo pongamos fácil. En estos casos, es interesante que afrontemos nuestras tareas de una en una y procuremos empezar por las más sencillas para poco a poco ir afrontando las demás según vayamos cumpliendo tareas.
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